Se realizó la segunda edición del Ciclo de Conversaciones en Línea: Nueva Constitución y Futuro del Litio en la Minería. La actividad moderada por Flavia Leiva, académica del Departamento de Ingeniería en Minas contó con las exposiciones de Marcela Angulo, directora de la Unidad Santiago de la Universidad de Concepción; Eduardo Bitrán, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez; y Raúl Cordero, investigador de Antarctic Research Group, de la Usach.
Los invitados expusieron en torno a los desafíos del momento constituyente que vive el país con el objetivo de tener una industria minera sustentable y de valor público, en este caso del Litio, concordando que la explotación del metal es fundamental para el desarrollo del país, pero debe ir acompañada con medidas que mitiguen los impactos ambientales.
Estos encuentros se enmarcan en la proyección sobre la nueva Constitución, donde el país y la sociedad discutirán el modelo de desarrollo y donde surge el debate si acaso la minería, en sus procesos productivos, podría mejorar sus tecnologías para ser una actividad económica más sostenible.
Eduardo Bitrán, director de Espacio Público y ex vicepresidente ejecutivo de Corfo, mostró en su presentación la situación del litio en Chile al año 2016 y las conclusiones de la Comisión Presidencial del Litio.
Aseguró que “el Litio está de moda por dos fenómenos. En primer lugar, por el desarrollo de la electromovilidad. Sabemos que las baterías de Ion de Litio son la opción que tenemos en este momento y no hay sustitutos cercanos que estén en el horizonte. Pero, además, la penetración de las energías renovables en los sistemas eléctricos para descarbonización y depender cada vez menos del carbón, tiene implicancias en el requerimiento de almacenamiento”.
En ese sentido, este incremento en el uso del metal “es una buena noticia para enfrentar el cambio climático, porque un auto o una batería de litio requiere entre 40 o 80 kilos, pero, además, cuatro veces más cobre que lo que requiere un auto de combustión interna y también requiere tierras raras, cobalto, aunque no somos productores de cobalto, si tenemos reservas de cobalto importantes”, comentó.
En este escenario es que la Comisión Nacional del Litio planteó en 2015 “la necesidad de fortalecer los ámbitos regulatorios y de control por parte del Estado, hacer una definición más clara de políticas públicas, mayor presencia del Estado con énfasis en la gestión sustentable, y hacer una transición de ser un país exportador de materias primas a promotor de un desarrollo con mayor nivel de valor agregado e incorporación de innovación”, explicó.
Al finalizar su presentación el ex ministro de Obras Públicas realizó proyecciones para fortalecer esta industria. Tomar medidas que aseguren la sustentabilidad hídrica de la cuenca del Salar de Atacama pensando en la interacción de agua cruda con salmuera y resolver la explotación de los otros salares, fueron algunas de sus propuestas.
I+D+I fundamental en la Constitución
Marcela Angulo, directora de la Unidad Santiago de la U. de Concepción y directora Espacio Público, basó su charla en cuatro puntos: sustentabilidad de la extracción y procesamiento; valor agregado y encadenamientos productivo; investigación+ desarrollo+ innovación y capital humano avanzado; y finalmente tributación regional.
Para la ingeniera civil resulta fundamental que en la nueva Constitución se estipulen las áreas de investigación y desarrollo de capital humano avanzado, ya que es imposible que nuestro país siga siendo indiferente a estos temas.
Agregó que “hay experiencias de otros países que han hecho una mirada de más largo plazo compatibilizando el desarrollo de industrias muy competitivas con el medio ambiente, con las comunidades, con la participación de los pueblos originarios y que han sido capaces de construir una visión de futuro. Por ejemplo, Canadá que se propone ser un país minero líder en la provisión de minerales sustentables para el mundo y la descarbonización”.
Para Angulo uno de los principales temas a resolver en la explotación del metal, tiene que ver con la mitigación que se haga del manejo de los recursos hídricos del Salar de Atacama. “También hay temas asociados a la conservación de la biodiversidad en el propio salar y por lo tanto la explotación de este recurso, que es un recurso no renovable, tiene que resguardar todos estos aspectos de sustentabilidad”, puntualizó.
En esa línea aseguró que esta situación se conecta al proceso constituyente, porque Chile “debe asegurar los recursos humanos y materiales para ejercer su rol regulador y fiscalizador”.
Baterías de Litio
El Dr. Raúl Cordero, investigador de Antarctic Research Group, de la Universidad de Santiago se refirió a la relación entre Litio y el cambio climático, donde relevó la importancia del metal como herramienta para mitigar las consecuencias del efecto invernadero.
En Chile el 78%, de nuestras emisiones corresponden a combustibles fósiles, explicó el académico Usach. El 32% corresponde a las termoeléctricas a nivel nacional. A su juicio “independientemente de la realidad local, para detener el calentamiento global, se debe lograr la descarbonización y eso básicamente significa dejar de quemar combustibles fósiles”.
Chile está suscrito al Acuerdo de París, el cual tiene como objetivo combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono, con la finalidad de llevar las emisiones globales a cero antes de mediados de este siglo.
Sin embargo, esta situación es un enorme desafío, puesto que se debe compensar la energía que se dejará de producir quemando fósiles. Para eso se debe electrificar estos procesos. En este escenario nuestro planeta se enfrenta a una doble transición energética. “Electrificar todos nuestros procesos industriales y en paralelo, asegurarnos que la energía eléctrica que vamos a consumir en esos proceso domésticos e industriales sea producida mediante energías renovables. La ventaja es que chile es extremadamente rico en esas energías”, señalo el Dr. Cordero.
El problema es que estas energías son intermitentes, esto quiere decir que están sujetas a la variabilidad del tiempo y otras variantes relacionadas al clima. A esto se debe sumar que el cambio climático aumenta esta situación.
“Necesitamos mitigar el cambio climático y el Litio es una herramienta fundamental, pero esto no saldrá gratis; y no me refiero al costo de producción, sino que la minería metálica y no metálica tiene impactos negativos que vamos a tener que compensar, no hay manera de evitar estos impactos. Y esos mecanismos de compensación probablemente sean temas de discusión si no es en la asamblea, se tiene que dar en los próximos años”, concluyó.
Revisa el ciclo de conversaciones en línea: Nueva Constitución y Futuro del Litio en la Minería aquí: