Universidad de Santiago reconoce aporte y legado del académico y Premio Nacional de Historia 2016, Dr. Julio Pinto Vallejos
Ante un Salón de Honor a su máxima capacidad, el académico y Premio Nacional de Historia 2016, Dr. Julio Pinto Vallejos, fue homenajeado por la comunidad universitaria en una emotiva ceremonia que contó con la presencia de familiares, amigas/os, colegas, estudiantes y exestudiantes.
En el acto el reconocido historiador, que se acogió a retiro tras 42 años de destacada trayectoria, recibió la medalla presidente Manuel Bulnes en su categoría dorada, por su aporte a la sociedad y a nuestra institución.
Además, en la oportunidad, se llevó a cabo la mesa redonda “Fisionomía historiográfica de la obra de Julio Pinto”, donde participó el Dr. Sergio González Miranda, Premio Nacional de Historia 2014; la Dra. Ana Gálvez Comandini, egresada del Doctorado en Historia Usach; y el Dr. Mario Garcés Durán, académico del Departamento de Historia del Plantel.
Logros y satisfacciones
“Hoy testimoniamos el gran compromiso del doctor Julio Pinto con la educación pública y el fortalecimiento de las universidades estatales”, afirmó el rector, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, destacando que el profesor “pertenece a una generación de historiadores que han sido y son esenciales en el desarrollo de las ciencias sociales de nuestro país y estamos convencidos que su contribución seguirá presente por mucho tiempo”.
“Reciba nuestro agradecimiento como comunidad universitaria orgullosa de haber compartido sus saberes y por engrandecer nuestro quehacer. Usted ya es parte de la ilustre historia de la Universidad de Santiago de Chile”, agregó la máxima autoridad.
Acompañado de su esposa Verónica Valdivia y su hija Camila, el Dr. Pinto aseguró que, tras estos 42 años, quedan muchos logros, recuerdos y satisfacciones, pero agregó que “quienes nos dedicamos al estudio de la Historia, sabemos que todo proceso tiene su tiempo y no es sano, posible, ni sensato querer congelarlo”.
“Llega un momento en que las nuevas generaciones deben tomar el timón de los procesos tanto dentro del Departamento de Historia como en todas partes”, indicó el homenajeado. “Vivimos tiempos de muchos cambios, desafíos y dificultades, y la labor de estas generaciones es hacerse cargo. Ojalá que las herramientas que les hemos entregado sirvan para que asuman esa tarea con toda la fuerza y responsabilidad que implica”, insistió.
Verdadero maestro
La presidenta de la Junta Directiva, Dra. María Jesús Aguirre Quintana, destacó el merecido reconocimiento al Dr. Pinto, el primer Premio Nacional de la Universidad de Santiago de Chile. “Nos llena de orgullo y también nos apena este día en que se despide, pero a la vez nos deja un gran legado”, manifestó.
Por su parte, la decana de la Facultad de Humanidades, Dra. Cristina Moyano Barahona, subrayó que hoy se retira un colega admirado, respetado y un verdadero maestro. “La presencia de estudiantes de distintas generaciones en este acto le demuestran que será recordado como un buen profesor”, expresó.
“El reconocimiento de su aporte no solo radica en la rigurosidad de su investigación, sino que también por el fomento a un tipo de historiografía crítica, pública y que colabora a un proyecto de transformación social, donde la igualdad, justicia social, libertad y democracia fundamentaron siempre el sentido y pertinencia de su investigación”, puntualizó la Dra. Moyano.
El director del Departamento de Historia, Dr. Rolando Álvarez Vallejos, señaló que “despedimos a un amigo, colega e integrante del Departamento que aportó componentes fundamentales al ADN del Departamento”.
“Para nuestra Unidad no solo se retira un historiador reconocido nacional y regionalmente, sino que uno de los andamios más importantes sobre el cual se levantó el proyecto de nuestro Departamento”, sentenció.
En tanto, en representación de sus estudiantes, la candidata a doctora en Historia, Lorena Ubilla Espinoza, resaltó el aporte del Premio Nacional de Historia 2016. “Explicar el pasado poniendo atención a la variable conflictiva de los procesos, sin idealizar a los sujetos ni mucho menos clausurar las aspiraciones de un futuro mejor, ha sido una contribución esencial para pensar las posibilidades transformadoras de la investigación, escritura y de un buen libro de historia”, dijo.
Sin embargo, agregó que “ese valor no tendría los mismos frutos si no fuera por la cercanía, disposición al diálogo y el buen humor que hacen del profesor un aporte, más que a la historia social, creo yo, a la labor formativa de quienes intentamos seguir ese camino”.
Otro exestudiante que quiso estar presente fue el historiador y doctor por la Universidad de Santiago, Fernando Pairican Padilla. “El profesor nos inculcó la inquietud, el conocimiento y las ganas de aprender, pero sobre todo, y lo digo como estudiante de él, enamorarnos de la historiografía”, indicó.
“El Dr. Pinto nos enseña que la historia le pertenece a las personas sin historia, y eso son las mujeres, los pueblos originarios, las trabajadoras y trabajadores, y un sinfín de personajes que están fuera de la historia oficial”, aseveró.
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