Con la participación de las y los constituyentes integrantes de la comunidad de nuestra Casa de Estudios, se realizó el webinar "Proceso Constituyente y rol de las universidades", instancia donde se expusieron los roles que deben jugar en una Nueva Constitución, y en el actual Proceso Constituyente, el Estado, las universidades, la ciudadanía y los pueblos originarios
La actividad fue moderada por la politóloga y académica de la Facultad de Humanidades, Dra. Pamela Figueroa Rubio, y con la participación de nuestro rector, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid.
Los invitados a este conversatorio fueron la académica de la FAHU y representante constituyente de los pueblos originarios, Dra. Elisa Loncon; el director de la Escuela de Psicología y egresado de nuestra Universidad, constituyente electo por el distrito 13, Marcos Barraza; la médica titulada de nuestra Casa de Estudios y electa por el distrito 9, Natalia Henríquez; y el conductor de la “Voz de los que Sobran” de Radio Usach, abogado Daniel Stingo, electo por el distrito 8.
El espacio de diálogo y participación ciudadana se enmarca en “Usach Constituyente”, instancia que busca aportar conocimientos e incidir en la discusión de contenidos, llevando los saberes de la Universidad de Santiago a las y los integrantes de la Convención Constitucional y la ciudadanía en general.
“Nuestro propósito es socializar este conocimiento (que emerge en la Usach) para enriquecer el debate. Este material podría aportar al importante rol que están próximos a desempeñar”, señaló en su alocución el rector Zolezzi refiriéndose a los representantes de nuestra Casa de Estudios en la Convención.
Tras su intervención se realizaron dos preguntas generales, que las y los constituyentes respondieron.
¿Cuál es el rol de las universidades en el proceso Constituyente?
Las primeras respuestas de los expositores giraron en torno al rol que deben tener las universidades en el proceso Constituyente.
La Dra. Elisa Loncon, constituyente electa en representación de los pueblos originarios, destacó que la Usach debe tomar un rol “no de espectadora, sino activa del proceso. La Universidad tiene una herencia de compromiso con el medio, también con la democracia y la verdad”.
Agregó que existe “la necesidad de ampliar el pluralismo epistémico de las universidades. Estamos las naciones originarias participando por primera vez en igualdad de condiciones con el resto de los constituyentes y tenemos propuestas de transformación profundas, tales como instalar la plurinacionalidad dentro de la Constitución y eso implica el reconocimiento de las naciones preexistentes al Estado, en ese sentido la Universidad puede hacer un gran aporte difundiendo la cultura, los valores y la lengua”.
Por su parte, el director de la Escuela de Psicología, Marcos Barraza, afirmó que el rol de las universidades en esta etapa política es fundamental, tanto desde las ideas como desde su quehacer. En esa dirección se refirió a que las universidades -en particular la nuestra- tienen “una posibilidad privilegiada de aportar al debate, en materia de contenidos, a propósito de redactar una nueva Constitución que va a requerir un debate de profundidad de perspectiva política, ideológica, técnica y evidentemente las dimensiones que ahí se van abordar son complejas y diversas”.
Como segundo punto, el constituyente planteó que “las Casas de Estudios jueguen un papel protagónico en la redacción de una Carta Magna donde la educación sea diametralmente opuesta al parámetro que fijó la Constitución pinochetista”. Agregó que estas “tienen una responsabilidad en contribuir a la redacción (en el escrito final) de una educación pública, gratuita, de calidad, no sexista, laica, inclusiva e intercultural”.
La médica titulada de nuestra Casa de Estudios, Natalia Henríquez, señaló que “lo mínimo que podrían hacer las entidades universitarias es facilitar la formación de todas las personas – ciudadanos respecto de todo lo que está pasando en el proceso constituyente, porque no todos manejamos la misma formación cívica. Existe una brecha educativa en el ámbito cívico, entonces podría parecer que todos estamos hablando en el mismo lenguaje, pero no es así y lo mismo pasa por áreas, por ejemplo, en la salud”.
Para llevar esta nivelación, la constituyente por el distrito 9 propuso utilizar todos los canales y herramientas de comunicación posibles: canales de televisión y radios universitarias, redes sociales, cápsulas audiovisuales inclusivas explicando el proceso, etc.
Mientras que el abogado y conductor del programa de Radio Usach la “Voz de los que Sobran”, Daniel Stingo, planteó que las instituciones educacionales, aparte de contribuir directamente con académicas y académicos en la instancia legislativa, deberían formar no solo “profesionales con una buena visión de su área, sino que además, tengan una mirada general del país; que abarque la formación de ciudadanas y ciudadanos. Yo creo que es muy importante que las universidades tomen esas ideas y las desarrollen en todas las facultades”.
¿Cuáles son los principales temas que se deben abordar en la Convención Constitucional?
La segunda pregunta estuvo dirigida a los temas que se deberían ser abordados por los 155 constituyentes cuando se reúnan en el Palacio Pereira.
Para la Dra. Elisa Loncon deben estar presentes los derechos colectivos de las naciones originarias y el diálogo intercultural. “El aporte que me corresponde hacer es esta temática es instalar los derechos colectivos de los pueblos originarios. Necesitamos nuestros territorios, autonomía, poder determinar el futuro de las lenguas; no puede ser que a un grupo social como el nuestro no se le dé la posibilidad de proyectar sus idiomas (…) es el momento de reconocer ese derecho”, remarcó.
Sobre el diálogo intercultural, aseguró que debe ser en un contexto en el cual “el otro sea respetado como es y no ser excluido por pensar distinto. Creo que construir una Constitución plural va a depender de esa capacidad de diálogo, de escucha que entre todos demostremos para resolver problemas históricos que han hecho mucho daño a la sociedad”, aseguró.
Para Marcos Barraza todas las temáticas que se van abordar tienen una importancia superior. Sin embargo, distinguió puntos que pueden aportar a desamarrar “nudos” de las discusiones. Estos son: igualdad sustantiva, el rol del Estado y el sistema político.
La primera debe ser “entendida como un principio generalizado que reconoce que hay universos sociales a partir de una matriz altamente diversa que obliga la intervención por parte del Estado. Luego caracterizar al Estado chileno como democrático y social de derechos. Eso obliga a discutir desde una noción de máximos democráticos, cuál es el tipo de bienestar que el país requiere y sobre qué estructuras se soporta eso”, sostuvo.
El tercer tema clave, es la discusión del sistema político. Para sostener grandes cambios, se requiere que se encuentre fundado en una democracia participativa, donde una cuota importante sea traspasada desde el Legislativo y Ejecutivo al pueblo, sea un sistema semi presidencial, iniciativas de voto popular, etc., porque si el sistema político no experimenta cambios sustantivos y estructurales, lo que se pueda implementar, en términos institucionales y estructurales, tiene limitantes. La Constitución no es el punto de llegada para las transformaciones, es la partida.”, recalcó.
En esa línea, Natalia Henríquez argumentó que para que la nueva Carta Magna tenga una extensión de tiempo importante en la historia, se deben implementar mecanismos de democracia participativa. Si las personas, la sociedad, nuestra comunidad, pueblos originarios, grupos de interés, etc., no son capaces de ir expresando sus necesidades en lo que pueden ser leyes o modificaciones de la Constitución, la verdad es que será una Carta Fundamental más, que será algo rígida, poco maleable para los desafíos que probablemente se van a venir con los cambios que va a sufrir nuestra sociedad”, afirmó.
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