Carolina Reyes Salazar

CECTA se adjudica fondos públicos para ir en ayuda de Mypimes

CECTA se adjudica fondos públicos para ir en ayuda de Mypimes

El 27 de junio de 2016 entró en vigencia la Ley de Etiquetado del Gobierno y a partir de entonces, los productos elaborados industrialmente y que excedan los niveles máximos permitidos de sodio, grasas saturadas, azúcar y calorías, deberán contar en su etiquetado con un octógono de color negro como advertencia sobre el potencial peligro que su consumo reviste para la salud.

En el caso de las micro, pequeñas y medianas empresas el plazo para adoptar el nuevo rotulado de alimentos vence en 2019. Es por este motivo que el Gobierno ha iniciado diversas acciones para preparar a estos productores impulsando una adecuación tecnológica que les permita reformular sus elaboraciones.

En ese sentido, la Universidad de Santiago trabaja en una iniciativa denominada “Diseño e implementación de estándares para la disminución programada de nutrientes críticos en las MIPYMes alimentarias, con reconocimiento de la autoridad sanitaria (Minsal)”. Esta es realizada por el Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta) de la Casa de Estudios y contará con el apoyo del Departamento de Gestión Agraria del mismo Plantel.

El equipo del Centro inició el trabajo con pequeños productores de mermeladas de las regiones de O’Higgins y Maule; de quesos de las zonas del Bío Bío, La Araucanía y Los Ríos; y cecinas también de la octava región.  El desafío para los investigadores es hacer que en este grupo se cumpla con la normativa sin que se pierda la identidad del sabor tradicional de los productos.

 

El proyecto

 

La Subsecretaría de Agricultura, consciente de que los pequeños productores son los que están menos preparados tecnológica y económicamente para enfrentar el desafío, generó este trabajo como una unidad piloto. Si esto resulta la idea es poder replicarlo en otros productos.

El Plantel postuló el proyecto en noviembre de 2016 y se lo adjudicó en diciembre de ese mismo año. El director subrogante del Cecta, Dr. José Luis Palacios, es el coordinador del trabajo y sostuvo que el proyecto se divide en dos etapas: diagnóstico y ejecución.

La primera se inició en septiembre del 2016  y consistió en hacer un levantamiento de la realidad -desde el punto de vista nutricional- de los pequeños productores que cuentan con una resolución sanitaria al día.

La idea en esta fase –financiada por la Subsecretaría de Agricultura e Indap- era conocer el real panorama nutricional de sus elaboraciones en función de la nueva ley y realizar recomendaciones desde una revisión bibliográfica, donde básicamente abordaran la parte técnica de este tema.

Luego el centro postuló a lo que fue la licitación de implementación, que inició en enero de este año con una fase de acuerdos entre productores, autoridades regionales y universidad, para pasar a una fase de trabajo técnico que comenzó a ejecutarse este mes. En este punto el objetivo es trabajar con productores e intentar que ellos efectivamente reduzcan sodio, grasas saturadas, azúcar y calorías, según corresponda.

El doctor Palacios destaca que el Cecta trabaja directamente con la Agencia Chilena para la Calidad y la Inocuidad Alimentaria (Achipia), que son quienes les adjudicaron los fondos. Sin embargo, esto es financiado por el Fondo de Innovación Estratégica del Ministerio de Economía.

Los productos fueron seleccionados por el mandante y estaban definidos en las bases del concurso al que postuló la entidad. “Entiendo que fueron escogidos por lo que representan como sector económico y su relevancia para estas regiones desde el punto de vista turístico”, agrega.

Por su parte, la jefa de Laboratorio de Análisis Físico-Químico del Cecta, Lina Yáñez, señaló que también se realizaron reuniones con los productores, donde se ha recogido el sentir de ellos, porque si bien es cierto el proyecto apunta a disminuir los valores de los nutrientes críticos, “al conversar con ellos uno se da cuenta que no quieren perder su identidad, es decir, la de sus elaboraciones. O sea, que tengan la mínima intervención de químicos”.

“Ahí nosotros nos hemos dado cuenta que si bien nosotros vamos a trabajar disminuyendo los nutrientes críticos, ellos no quieren llegar a un punto de perder totalmente la identidad de sus productos. En ese sentido hemos trabajado en conjunto en que esas características no se pierdan, recogiendo también problemáticas de ellos”, recalca.

En ese aspecto aclaró que esos temas son abordados en las diversas reuniones de Achipia, donde los productores plantean los asuntos que tienen con sus proveedores. “Nosotros, de alguna manera, les vamos a entregar datos y herramientas para que ellos puedan ocupar esa información para tener una mejor llegada con los proveedores y que tengan productos de mejor calidad o más homogéneos, cosas como de ese tipo”, explicó.

 

Laboratorio

 

El equipo de investigadores realizó una revisión bibliográfica de lo que se está haciendo a nivel mundial en cuanto a la reducción de nutrientes críticos. En base a esa información, también han sugerido alternativas para que los productores intervengan sus productos, es decir, se haga una reformulación para reducir los nutrientes críticos, ya sea cambiando los procesos o por la adición de algún compuesto en particular que permita esa disminución.

La sal, el azúcar, los ácidos grasos saturados y la energía son los criterios que aborda el Cecta de acuerdo a los diferentes productos analizados. “En el caso de las mermeladas, el diagnóstico reveló que –obviamente- el azúcar y las calorías era lo que más se nos iba a escapar e iba a tener rótulo. Aquí nosotros trabajamos cómo disminuir el azúcar y eso nos llevará a reducir inmediatamente las calorías”, agrega Yáñez.

“Es todo un trabajo que desarrollar para ver cuál es la mejor formulación que logre el objetivo, cambiando sus procesos, por ejemplo agregar edulcorante en reemplazo del azúcar o aumentar el contenido de pectina”, explica la investigadora del equipo del Cecta.

 

Los productos

 

El centro trabaja con mermeladas de las regiones de O’Higgins y Maule; quesos de las zonas del Bío Bío, La Araucanía y Los Ríos; y cecinas también de la octava región.  Y dentro de esta gama de elaboraciones, el producto más crítico es la cecina, ya que por su naturaleza, es complejo alcanzar los niveles que exige la ley para las grasas saturadas en particular.

Otro nutriente crítico a disminuir es el sodio. “En este caso lo que se va a abordar será la disminución de la sal porque si bien el contenido de ácidos grasos y la energía también son valores altos, la cecina es un producto que tiene un alto contenido de grasa y sal. Debido a la naturaleza de las cecinas, llegar a los límites que nos exige la ley para sacar el rótulo es difícil”, sostiene Yáñez.

En este sentido se negoció con los productores disminuir el sodio y tratar de llegar a los niveles de energía solicitados por la ley. “Esto está en un contexto de acuerdos de producción limpia. Ese es el marco que Achipia está utilizando para poder comprometer a los productores en bajar los nutrientes críticos”, precisa el Dr. Palacios.

“Esto ha consistido en conversaciones con los productores, una serie de talleres y reuniones donde ellos se han ido sumando. Y se ha ido acordando, entre ambas partes –sector público y productores-, cuál es el grado de disminución de los nutrientes que se pretende alcanzar”, insiste.

Lo anterior quiere decir que si bien se hará un esfuerzo por bajar ácidos grasos en la cecina, los productores no están dispuestos a disminución mayor porque eso puede atentar contra la calidad de la longaniza, por ejemplo. “Aquí hay un tema de adhesión voluntaria, donde hemos visto un compromiso real de los productores de poder participar y querer trabajar con la U. de Santiago en este caso, o hacer el esfuerzo de disminuir los nutrientes críticos”, concluye Palacios.

Dentro de los acuerdos que se han tomado, se han estimado porcentajes de disminución. En el fondo se van a rebajar los contenidos, pero no necesariamente para llegar a los límites que exige la ley. Algunos productores “prefieren mantener el rótulo en este momento, indicando que es un producto alto en azúcar, pero que mantenga las características de un producto que está elaborado principalmente con fruta y que no tiene aditivos. No quieren industrializar sus elaboraciones”, sostiene Yáñez.

Por su parte, la autoridad del Cecta señala que “este es un trabajo delicado porque estamos trabajando con un sector que económicamente no es robusto, entonces las capacidades de producción de ellos no son como las de las grandes industrias que tienen un Departamento de Desarrollo permanentemente ensayando fórmulas para reducir, en este caso, los nutrientes para ajustarse a la ley”.

“Con ello hay una serie de otros elementos que influyen. Por ejemplo en el caso de la mermelada, no es lo mismo hacer una con frutas de una determinada madurez o más verde. Dependiendo de la característica de la fruta también influye en lo que son las características de la mermelada. Por lo mismo no queremos generar una formulación y que después todos tengan el mismo sabor y las mismas características porque la gente quiere seguir manteniendo su propio sello”, reitera el experto.

Por esto, insiste que es un trabajo que hay que hacer de forma paulatina con los productores y, en la medida que se pueda, ir incorporando nuevas tecnologías. Para esto también se ha sumado Corfo, Indap, la Seremi de Salud y de Agricultura, con el objeto de “ir acompañando a las pequeños empresarios en el tiempo porque van a tener que postular a concursos, incentivos, créditos para incorporar tal vez tecnologías, variantes en su proceso, que hoy en día no lo tienen y que incorporarlos para ellos son costos que no pueden asumir”, agrega.

 

Acercarse a las regiones

 

“Yo creo que estos son proyectos donde se materializa la visión de la Universidad y el rol del Plantel. Esta institución siempre se ha caracterizado por orientarse a un sector socioeconómico específico. Dentro de la industria alimentaria, a través de nosotros como Cecta la Universidad siempre ha tratado de apoyar a los pequeños productores de la región”, resalta el académico.

Es así como en este caso particular, aseguran que la Casa de Estudios les brindó la posibilidad de interactuar y apoyar a pequeños productores de otras regiones. “Hemos desarrollado un trabajo en terreno ya desde el año pasado, en que con el apoyo del Departamento de Gestión Agraria y la Facultad de Medicina hemos podido levantar esta iniciativa y hemos desarrollado esta actividad”, profundiza.

“Para el centro y para la Universidad de Santiago es muy importante el hecho de poder llevar el conocimiento que se genera aquí, el capital humano avanzado que hay en la universidad y ponerlo al servicio de los pequeños productores”, puntualiza.

Asimismo, indica que estas actividades han servido para generar acercamientos con colegas de las universidades del Bío Bío y Concepción, con los que se han topado durante sus reuniones en regiones. La idea es poder interactuar y ejecutar estos proyectos en forma conjunta más adelante.

Además, en ese mismo sentido el Dr. Palacios detalla la relevancia de este proyecto, por la presencia que ha tenido la Universidad en regiones y por hacerse cargo de las problemáticas que afectan al país.

“La institución pone al servicio de la comunidad y del sector productivo todas sus capacidades, en las cuales creo que se hace relevante la que tiene el Cecta de poder convocar a distintos investigadores de la Universidad y trabajar de forma multidisciplinaria enfrentando un tema puntual, pero que debe ser abordado de distintas especialidades”, recalca.

Además, Palacios destaca el equipo de base formalmente compuesto por la Dra. Helia Molina de la Facultad de Ciencias Médicas; los académicos del Departamento de Gestión Agraria, Luis Sáez y Carlos Díaz; Lina Yáñez y él de Cecta.

En tanto, la Dra. y académica emérita de la U. de Chile, Lilia Masson, es asesora formal del proyecto mientras que de la Facultad Tecnológica del Plantel, el Dr. José Rolando Silva será quien asesore en el trabajo con las cecinas y el Dr. Raúl Molina con los quesos.

La labor del Cecta finaliza en marzo de 2018 cuando se entregue el informe final y técnicamente se reporte cuánto fue posible disminuir en cada producto, además de realizar una proyección de cuáles serían los siguientes pasos.

“En la Universidad tenemos todas las capacidades técnicas para poder enfrentar éste tipo de desafíos de buena manera. Y a largo plazo, ésta experiencia nos ha servido para fortalecer nuestro trabajo con pequeños productores, para con ello más adelante, poder abordar iniciativas que nos permitan seguir replicando este tipo de actividades”, concluye Palacios.

Organizan talleres de inserción al trabajo orientados al estamento estudiantil

Organizan talleres de inserción al trabajo orientados al estamento estudiantil

Un seminario de empleabilidad acondicionado a cada una de las siete facultades de la Universidad de Santiago es lo que definieron las Vicerrectorías de Vinculación con el Medio junto a la de Apoyo al Estudiante, las que decidieron unirse en su preocupación por el paso de los jóvenes al mundo laboral una vez que ya finalizan sus carreras.

Así, y en coordinación con Fudea, se iniciaron las actividades con exposiciones teóricas, ejecución de ejercicios prácticos, recomendaciones sobre cómo hacer un currículum y tips para enfrentarse a una entrevista laboral.

La vicerrectora de Vinculación con el Medio, Dra. Karina Arias, destaca que la Universidad se abriera a realizar un taller en cada Facultad. “Para nosotros es un logro incorporar en la mentalidad de nuestro Gobierno Central que hay diferencias por disciplina. Por eso quisimos hacer este taller, entendiendo la empleabilidad desde diferentes perspectivas”, sostiene.

“Sabemos que cada disciplina tiene sus propias características, sus propios códigos y lenguajes, entonces con el apoyo de la ViME, la VRAE y la coordinación con Fudea, salió esta idea de pasar de un único seminario a uno para cada facultad”, añade la experta en gestión cultural y Administración Pública.

Para el vicerrector de Apoyo al Estudiante, José Miguel Araya, esto “permite alinear en el sello institucional a los egresados y egresadas, y proporcionarles una experiencia que simula de excelente forma los desafíos para acceder a una opción de ocupación laboral”.

Por su parte, la directora ejecutiva de Fudea, Ursula Schulz, sostiene que para la Fundación es “muy importante que nuestros estudiantes entiendan que es un ciclo de vida completo en la Universidad. En ese sentido, los seminarios nos permiten acompañar a los alumnos hacia el mundo laboral y que siempre sepan que hay una vinculación con esta institución”.

“El sello usachino no se va una vez que ellos dejan el Plantel o se titulan, siempre están vinculados y eso es lo positivo de estos talleres, es decir, que les permitan tener una fase de apoyo hacia el contexto laboral”, agrega.

 

Los seminarios

 

Todas las facultades de la U. de Santiago tendrán su seminario de empleabilidad, salvo la de Derecho que fue inaugurada este año. Además, en noviembre habrá un taller destinado para egresados, ya que ese es el mes que el Plantel les dedica.

Hasta ahora la retroalimentación que han recibido los organizadores ha sido “muy buena, porque son temáticas que no necesariamente han visto dentro de sus mallas curriculares y por lo tanto saben la importancia que tiene el cómo presentarse a una entrevista, lo que les pueden preguntar, y el manejar la incertidumbre de pasar de ser estudiante a ser empleado o empleada o entrar al contexto del mundo del trabajo en general”, reitera Schulz.

Para ello también cada seminario cuenta con la participación de un coach, que en este caso es el psicólogo laboral Omar Matus, quien pertenece a la VRAE y es parte del equipo de apoyo psicológico a los estudiantes. “Él hace la clase y la actividad se cierra con una intervención de la fundación, donde invitamos a un egresado o egresada que pueda contar su experiencia laboral y que los estudiantes puedan hacer las preguntas que correspondan o las dudas que tienen; contarles sus miedos, temores o sus aprensiones”, indica.

La manera de evaluar cada taller es a través de una encuesta de satisfacción que se realiza a los asistentes. “Con eso y las sugerencias, nos han permitido ir mejorando cada vez más. La idea es ir conociendo la realidad de nuestros egresados y en base a eso tomar decisiones en el futuro respecto a la necesidad de nuestros talleres”, reitera la representante de Fudea.

La información sobre estos seminarios se envía por los canales oficiales de la Universidad y por medio de las redes sociales de la Fundación, por lo que aquellos estudiantes interesados, aún tienen tiempo de postular.

“Acá hay un acto de responsabilidad de la Universidad y tiene una gran importancia porque no solo estamos realizando formación disciplinar. Eso quiere decir que entendemos que nuestros estudiantes en el futuro van a entrar al contexto laboral y que podemos hacer ese acompañamiento también”, expresa Schulz.

A juicio de la presidenta ejecutiva de la Fundación de Egresados y Amigos, este “es un servicio que el Plantel está entregando a los estudiantes para complementar su formación y todo lo que sea apoyo para el crecimiento y desarrollo de nuestros estudiantes, es parte de nuestro quehacer misional”.

Los organizadores esperan que esta actividad crezca porque si bien actualmente se desarrolla en una media jornada, su idea es hacer un día completo referido a la empleabilidad, con más espacio y la visita de personas del sector productivo del área específica.

“Tenemos millones de ideas, por lo que que si los recursos nos dan y las ganas continúan en cada una de las facultades, el tema va a poder seguir creciendo, así como también el apoyo para la inserción laboral de nuestros estudiantes”, enfatiza la vicerrectora.

Exitosa segunda versión de Torneo de Innovación “Lions Up”

Exitosa segunda versión de Torneo de Innovación “Lions Up”

Con la entrega de premios a los equipos, culminó la segunda versión del Torneo de Innovación y Emprendimiento “Lions Up”, organizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Santiago de Chile.

Esta iniciativa busca desafiar a los académicos y estudiantes de todo el Plantel en el planteamiento de soluciones de alto impacto para problemas reales de las empresas, posibilitando el inicio de un emprendimiento.

La segunda versión consistió en experimentar la metodología Design Thinking en dos líneas de acción. Una llamada Modalidad Local, en donde se abordó un proceso de innovación abierta centrada en el usuario, enmarcado en una estrategia de innovación market-pull. La segunda se denominó Modalidad Global, y en ella se trabajó un proceso de innovación abierta centrada en el usuario, bajo una estrategia technology push.

Los equipos generaron ideas, materializaron prototipos y testearon sus resultados durante las 14 semanas de duración. Tras ello fueron evaluados y aquellos emprendimientos que cumplieron con lo esperado, resultaron premiados por la organización.

En esta versión fueron 24 los equipos participantes, que en total sumaron 100 estudiantes. De ellos, seis se llevaron los reconocimientos este semestre: Reinvernate, Pear, Framech, Electtrial, Pedalea tu metro y Vapolio.

Además, 25 carreras y nueve académicos de la Universidad estuvieron involucrados en el proceso de este año, el cual nuevamente permitió una vinculación directa de académicos y estudiantes con los problemas que hoy tiene la industria. Este es fundamental, ya que ofrece la posibilidad de hacer intercambio de conocimiento, generar tesis de grado, prácticas profesionales, etc.

El llamado a postular fue abierto a todos los estudiantes de la U. de Santiago, pero no necesariamente de la Facultad de Ingeniería. De hecho, se presentaron alumnos de Publicidad e Historia, entre otras carreras, y algunos equipos, que tenían redes tejidas, comenzaron a traer alumnos de distintas universidades, incluso de regiones.

 

“Mejores ingenieros para el país”

 

Para el decano, Juan Carlos Espinoza, esta es una de las tantas actividades que tiene la Facultad de Ingeniería y “lo importante es justamente potenciar la innovación al interior de nuestra disciplina”.

“Siempre hemos sostenido que nuestra Facultad prepara ingenieros de excelencia. Si a eso añadimos otros resultados de aprendizaje, como son la innovación y otras capacidades, mayor es el aporte que podemos entregar a la industria”. Con mejor calidad vamos a aportar al desarrollo del país con mejores ingenieros”, declara.

La autoridad del Plantel sostiene que los desafíos de la Facultad “están centrados en el estudiante principalmente y estos están asociados a potenciar la movilidad estudiantil, el intercambio académico, la innovación, la transferencia tecnológica y la vinculación con las empresas”.

A juicio del académico, estos son “desafíos enormes que tenemos porque no tan sólo implica recursos, que es ya un tema desafiante por sí solo, sino que también implica –en algunos casos- cambios del tipo cultural, sobre todo cuando nos acercamos a las empresas, donde tratamos de generar confianza hacia la Universidad”. 

 

Lions Up 2017

 

El torneo consiste en cuatro fases metodológicas que simulan el proceso de Design Thinking. Los participantes ingresan con una idea y a lo largo de las cuatro fases, que duran 14 semanas, van ideando y mejorando la idea preliminar con la que entraron.

Los “hitos de control” son pitch o presentaciones orales donde los jóvenes tienen 3 minutos para ir presentando el avance que han alcanzado en las diversas actividades que tienen como workshop, charlas, pitch day, salidas a terreno a empresas y mentorías en Start Up Chile.

Lions UP es parte del proyecto de Nueva Ingeniería 2030, proyecto consorcio, cuyos socios de nuestra institución son la Universidad de Concepción y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Cada Facultad de estas casas de estudios cuenta con actividades para fomentar la innovación y el emprendimiento.

El subdirector de Ingeniería 2030 y director de Lions Up, Cristián Cuevas, señaló que el torneo “es una experiencia de aprendizaje. A nosotros lo que más nos interesa es que ustedes enfrenten estas dinámicas propias del proceso Design Thinking, que es involucrarse con potenciales usuarios y usuarias para que los estudiantes vuelquen la ingeniería que están aprendiendo en una solución que resuelva”.

En ese sentido, se reconoció a los Departamentos de Ingeniería Industrial, Informática, Química y Eléctrica, que este año se abrieron a esta experiencia como electivo dentro de sus planes de estudio y les permitieron a los alumnos mayor libertad y tiempo para reconocer las horas dedicadas.

Cuevas reiteró el agradecimiento y sostuvo que esperan “que más departamentos puedan ir flexibilizando los planes para darles a los estudiantes este espacio. El desafío es que nosotros seamos capaces de ir sistematizando las distintas actividades que estamos desarrollando en la facultad en el marco de este proyecto y otras actividades que ejecuta la Universidad”.

Con esto, agrega Cuevas, buscan ir “cumpliendo con lo que está prometiendo el modelo educativo, que es ser una institución que entregue al país y al mundo ingenieros que sean capaces de hacer innovación y emprendimiento”.

“Esto aquí no para y a estos Departamentos queremos seguir ofreciéndoles un programa permanente semestral en donde las empresas con que nos hemos vinculado podamos desarrollar más torneos todos los semestres. Seguramente se agregarán más empresas para seguir haciendo innovación abierta, que es algo que la industria chilena está aprendiendo. Tenemos Lions Up para un buen rato más y la Universidad nos ofrece un buen espacio para la innovación”, sostiene el representante de Nueva Ingeniería 2030.

El objetivo del torneo es ser un espacio de enseñanza y aprendizaje de lo que es innovación y emprendimiento, fomentando principalmente la comunicación efectiva y la habilidad comunicacional.

A partir de lo anterior, la evaluación que realizan los organizadores este año es muy buena por la calidad de las presentaciones de los equipos reconocidos.

 

Los más reconocidos

 

De los 24 equipos participantes, seis fueron premiados por los resultados del trabajo que realizaron en las 14 semanas de torneo. De ellos, uno fue el que obtuvo mayor número de reconocimientos: Reinvernate. Su proyecto se basaba en elaborar microinvernaderos de balcón inteligente para que las personas puedan cultivar en sus casas y que no deban gastar tiempo en eso.

Con su trabajo, esta agrupación alcanzó el Premio Hola Mundo, que consiste en un viaje a Canadá por una semana para conocer un entorno de emprendimiento a nivel mundial.

Además, obtuvieron reconocimiento en las categorías Premio Pre Aceleración de Star Up Chile y Pre Aceleración de Chrysalis, lo que implica seguir aprendiendo y trabajando en el prototipo del modelo de negocios para lograr desarrollarse como emprendedores.

Para la estudiante de Ingeniería Civil Química de la Universidad, y miembro de Reinvernate, Adriana Vera, ha sido “maravilloso, ya que el esfuerzo valió la pena. Fuimos súper constantes y creo que eso se ve reflejado hoy día en los premios que tuvimos. No esperábamos ganarnos las dos aceleraciones”.

Este equipo se compone de cinco estudiantes: tres alumnos de Ingeniería Civil Química de la Universidad de Santiago, una estudiante de Ingeniería Agrónoma de Osorno y un alumno de Ingeniería Electrónica de Valparaíso.

Al finalizar la ceremonia, se anunció la ejecución de un torneo que agrupe a los ganadores de las distintas actividades a nivel nacional, con los reconocidos de la Universidad de Concepción y de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. “La idea es seleccionar a los mejores dentro del Consorcio de Ingeniería 2030, pero también fomentar la mesoregionalidad y fortalecer el ecosistema de innovación y emprendimiento que se teje en este proyecto”, explica el encargado de Lions Up, Cristián Cuevas.

Por último, destacó el apoyo recibido de la Universidad de Santiago, pues “una parte importante de la mentoría que se desarrolla en el torneo la desarrollan mentores de la Facultad de Ingeniería”.

“La disposición es total. Nosotros hacemos esto todos los miércoles en el Citecamp y cierran todo el recinto para recibir a 180 personas. Además la Vicedecanatura de Docencia de la Facultad fomenta y apoya esta iniciativa de forma que los Departamentos puedan abrir esto como electivo. De esta forma, la Universidad respalda la actividad y eso nos tiene contentos y tranquilos para poder seguir mejorando”, resalta.

A 50 años de la Reforma Agraria

A 50 años de la Reforma Agraria

El 28 de julio de 1967 fue promulgada la Ley 16.640 de Reforma Agraria, generando uno de los cambios estructurales más profundos en el mundo rural chileno, pues son las primeras medidas que toma el Estado para llevar a cabo la redistribución de la tierra en el país.

Entendiendo este proceso como un hito no menor en nuestra historia republicana , la Dirección de la radio de la Universidad, liderada por la periodista Gabriela Martínez Cuevas, junto al equipo de Sin Pretexto decidió realizar un ciclo de debates que darán paso a cuatro ediciones de la segunda edición de este emblemático programa de la emisora y que serán transmitidos de 13 a 14 horas, cada viernes del julio (7,14, 21 y 28).

La directora de la radio precisó que  “como Radio pública debemos abrir espacios para debatir este tipo de temáticas, con la perspectiva que da el tiempo y con las voces protagonistas y la mirada de expertos”.

Del mismo modo la directora Gabriela Martínez puntualizó que  este ciclo “como otros que tenemos previsto, por ejemplo, en el contexto de las presidenciales, los estamos grabando en formato de  Radio TV y  están abierto a todo público. Hemos extendido invitación   a estudiantes de enseñanza media y, por cierto a nuestra comunidad universitaria, en general, pues nos parece que estas temáticas de interés público no pueden quedar circunscritos a nuestros estudios. Al primer panel que grabamos  llegaron académicos de nuestra Casa de Estufdios y hasta un ex estudiante nuestro, quien hoy estudia en la U de Concepción”.

En esta línea, la directora precisó que las fechas de grabación de los próximo paneles están disponibles  en el portal de la radio: www.radio.usach.cl

 

Programas

 

El primer debate en torno a la Reforma Agraria denominado “Trayectorias del campesinado en Chile y América: apuntes históricos”  y que se transmite  hoy, a las 13 horas, estuvo moderado por los periodistas estables de Sin Pretexto Rodrigo Alcaíno y Eduardo Leiva (quien, además, es el jefe de la emisora). En esta oportunidad los panelistas fueron el Dr. Jorge Pinto, Premio Nacional de Historia y académico de la UFRO junto al Dr. Igor Goicovic, ex director del Departamento de Historia de nuestra U. de Santiago.

Ambos académicos se encargaron de pasar revista a los procesos históricos que dieron origen a la Reforma Agraria, deteniéndose particularmente en la época de la Conquista y la Colonia, como una manera de contextualizar lo que vendría después en materia de tenencia de la tierra y posterior Reforma.

 

“Verdadera Clase magistral”

 

Tras la grabación del primer debate, el profesor de Historia Jorge Villalobos, auditor de la Radio y uno de los asistentes a la grabación, agradeció  a la directora  Gabriela Martínez la invitación pues, según  precisó: ”Me siento un privilegiado, pues hoy asistí a una verdadera clase magistral y por ningún motivo me perderé los próximas grabaciones. Esto solo lo puede hacer una Radio de una  Universidad pública”.

Y, en cuanto a este debate que todos los asistentes ponderaron, cabe destacar que el Dr. Jorge Pinto inició el debate puntualizando que la búsqueda de metales preciosos en el siglo XVI restó interés por la agricultura en nuestro país. “A mi juicio, dijo, el agro empieza a cobrar relevancia hacia mediados del siglo XVIII y todo el XIX y XX, ya que el interés por la minería desplazó el interés por la agricultura en la fase inicial de ocupación de nuestro continente”.

“El impacto inicial de la Conquista sobre las prácticas agrícolas de los pueblos originarios no tuvo el efecto que tendrá más tarde el fenómeno cuando definitivamente la agricultura del continente empieza a transformarse en una actividad muy rentable para los conquistadores”, sostuvo el experto.

En esta línea, el Dr. Igor Goicovic, remarcó que si bien es cierto la actividad agrícola y ganadera “adquieren dimensión mercantil a partir del siglo XVIII, y se relaciona de una manera mucho más directa con los mercados externos en particular, sobre todo en el XIX, no es menos efectivo que el proceso de Conquista primero y el de Colonización después, generan un profundo reajuste en el sentido de la propiedad que hasta ese momento mantenían los pueblos prehispánicos”.

Sin embargo, a incios del siglo XX, se comienza a observar una movilización en el agro encabezada por campesinos que están exigiendo mejores condiciones de vida y mejor acceso a la tierra.

“Es una agitación campesina y había que contener esa agitación”, sostiene el doctor Pinto y agrega que en los años cincuenta y sesenta, la experiencia de la Revolución Cubana marcó profundamente, ya que si no se atendían las demandas de los campesinos, Chile estaba a punto de vivir una revolución al estilo de la cubana y Estados Unidos no lo aceptaría.

“EEUU no podía permitir esta efervescencia social, que podría ser encabezada por campesinos, cuya población en el país alcanzaba un 45%, y se vive una situación compleja, sobre todo porque Chile está aspirando alcanzar ciertos niveles de desarrollo”, precisó el Premio Nacional de Historia.

Los expertos coincidieron en que hay una serie de factores que obligaron a la clase política a tomar decisiones, lo que también explicaría que hubiese sigo un Gobierno de derecha –el de Jorge Alessandri Rodríguez- el que impulsara el proceso de Reforma Agraria apoyados por la Iglesia Católica.

“Todas las reformas agrarias latinoamericanas, desde 1910 en adelante, partieron de la base de la propiedad privada de la tierra, y a partir de eso, del establecimiento de mecanismos de carácter cooperativo comunitario de explotación y comercialización”, reafirmó el doctor Goicovic, y agregó que en Chile fue el resultado de varios procesos.

Si bien la reforma se inicia en el gobierno de Alessandri Rodríguez, la continúa el presidente Frei Montalva y luego la profundiza Salvador Allende. En el año 1967, se agrega una legislación sindical para modernizar y consolidar el modo de producción capitalista. 

Este primer programa del ciclo será transmitido hoy viernes 7 de julio a las 13:00 horas por la Radio Universidad de Santiago (94.5 FM y www.radio.usach.cl) y U. de Santiago TV

 

Nuevos programas del mismo ciclo

 

Además de éste, se realizarán otros tres paneles, donde se discutirán distintas aristas de la Reforma Agraria como el papel de las organizaciones campesinas, la visión del empresario agrícola y la reforma agraria en la actualidad.

Entre los invitados ya confirmados estarán la secretaria de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, Francisca Rodríguez; el ex director del Fondo de Extensión Sindical del Gobierno de Allende, Óscar Torres; el ex vicepresidente ejecutivo de la Corporación de la Reforma Agraria entre 1964 y 1970, Rafael Moreno; el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía de Castro; el ministro de Agricultura del Gobierno de Allende, Jacques Chonchol y el actual titular de la cartera de la administración Bachelet, Carlos Furche.

Lanzamiento de libro que recopila estudios sobre el pueblo mapuche

Lanzamiento de libro que recopila estudios sobre el pueblo mapuche

En el marco del Día Nacional de los Pueblos Originarios, se realizó el lanzamiento del libro "Zuamgenolu. Pueblo Mapuche en contexto de Estado Nacional chileno, siglos XIX-XXI", obra editada por el académico y miembro del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, Dr. Pedro Canales Tapia.

Se trata de un proyecto que denuncia la histórica subordinación del pueblo mapuche en la sociedad chilena. De hecho, la traducción en el mapudungún del título tiene que ver con "Lo que no es considerado".

Lo anterior, explica Canales, se debe a que la mayoría de los trabajos que están presentes en el libro sostienen que "la estructura del Estado chileno no ha considerado, no ha acogido y no ha permitido que el pueblo mapuche y su movimiento político, sea parte de la discusión de fondo de los temas de futuro".

Si bien los autores reconocen que hay algunos pequeños atisbos de acercamiento, aseguran que eso no da para generar una transformación. "En ese contexto nos encontramos con que la exclusión y la marginalidad es una constante que, a la larga, daña la convivencia en el seno de nuestro país", agrega.

"Por la recurrencia de la idea de marginalidad y exclusión en el libro, usamos ese concepto, el que además fue propuesto por una ñaña en una comunidad de Temuco", explica el académico.

 

El comienzo

 

El libro empieza a ser elaborado en el año 2013, durante un Congreso de Historia en la ciudad de Iquique.  "Nace de la idea de un proyecto Fondecyt donde yo era el investigador responsable. En ese sentido, uno de los desafíos del trabajo tenía que ver con poder generar una mesa de diálogo, de trabajo, de investigación desde una perspectiva intercultural, es decir, con profesionales que fueran chilenos y mapuche, incluso de otros pueblos indígenas de Chile", detalla Canales.

En ese contexto, el académico realizó una invitación inicial sólo a investigadores cercanos y amigos. De esa forma, fueron trabajando y organizando el proyecto, cuya idea era generar la vinculación entre diferentes miradas y propuestas historiográficas.

Sin embargo, con el tiempo se sumaron más profesionales, entre los que se cuenta el caso de la prologuista del libro, la historiadora Fabiana Nahuelquir. Así fueron apareciendo otros investigadores de diferentes lugares y universidades.

Canales precisa que los autores están concentrados en Santiago y Temuco. De la capital son Fernando Pairican, Patricio Macaya, Jorge Cid, Javier Huechuqueo y Enrique Antileo; mientras que de La Araucanía es Jaime Antimil, Matías Órdenes y Sergio Caniuqueo.

El grupo de historiadores mapuche y no mapuche culminó una obra que contiene historias de marginalidad y exclusión respecto del pueblo indígena experimentadas principalmente desde la esfera del Estado chileno a partir del siglo XIX hasta hoy. "Se compone de tres partes y esas tres partes, cada una en su dimensión, va presentando ciertas discusiones. Por ejemplo, sobre la subalternidad, la memoria del colonialismo, la descolonización" agrega.

Si bien el trabajo se inició en 2013, recién este año pudo ser publicado junto a la editorial Universidad de Santiago.

 

Un Estado al debe

 

Como un “gesto bastante plausible”, califica el académico el perdón que ofreció la presidenta Michelle Bachelet –en nombre de Chile- al pueblo mapuche por los errores y “horrores” cometidos por el Estado. No obstante, Canales asegura creer que ese gesto “debería ir de la mano de medidas políticas que hagan de ese perdón una realidad en cuanto a reivindicación de derechos y de prerrogativas que el movimiento mapuche ha instalado en la mesa hace muchos años.

“Creo que es necesario, a propósito de esto que se ha llamado ‘conflicto mapuche’, generar medidas y soluciones para que ese perdón sea plausible y no solamente quede en un gesto simbólico sino que la población mapuche comience a considerar y experimentar estas transformaciones dentro del Estado chileno”, insiste.

En esa línea, "Zuamgenolu" llama a construir una sociedad pluricultural, erradicando cualquier forma de racismo, discriminación y exclusión por motivos étnicos.  

Por lo mismo, y con la obra finalizada, el académico se atreve a agrupar en tres grandes conclusiones el libro. "La estructura del Estado debe con urgencia comenzar a abrirse al debate en la diversidad real, no solamente en el discurso, porque no se está haciendo, y eso a la larga genera tensión, genera conflicto, genera violencia", explica.

"Nosotros creemos dentro de nuestro libro que es necesario que la estructura del Estado chileno, a partir de reformas, de ajustes, debe comenzar a enfrentar las temáticas como lo referido a las demandas mapuche", añade.

"En segundo lugar, las propuestas de interculturalidad deben ser asumidas desde el Estado y desde la sociedad civil y desde las organizaciones y comunidades indígenas, en este caso mapuche. No hacerlo está generando trabas en el reconocimiento de unos respecto de otros, lo que a la larga reproduce un diálogo de sordos, donde prácticamente nadie considera al otro o a la otra, por lo tanto todos los esfuerzos de acercamiento y de resolución de conflictos se diluyen, y se pierden posibilidades históricas que creo yo que están ahí cerca pero lamentablemente no son consideradas", sentencia.

Por último el doctor Canales señala que desde el mundo mapuche, las organizaciones deben empezar a asumir sus responsabilidades. "En ese contexto, en el siglo XXI y en la perspectiva de la globalización, los procesos de construcción de identidad y de propuestas de proyectos de futuro, deben ser pensando en la mantención de su ethos identitario propio", explica.

Sin embargo, el académico indica que "ellos  también tienen que asumir una lógica dentro de la diversidad y de un sinnúmero de factores que están operando hoy día a nivel mundial, nacional y regional y donde ellos no pueden restarse, sino que todo lo contrario, deben comenzar a expresarse, proponer, tener discusión, tener opinión, incluso tener divergencias, pero presentándolas en la mesa. Ese es el desafío desde las organizaciones y desde el movimiento indígena en general y mapuche en particular".

Por otro lado, Canales subraya que el recibimiento del texto ha sido “muy bueno. Estamos muy contentos porque ha habido muchos comentarios, la gente lo está leyendo. Es un libro que no pasará desapercibido, será citado y será parte de los debates. Será bien considerado tanto a nivel académico como político, y eso nos alegra porque el esfuerzo nuestro es para aportar dentro de esta esfera y que no pase como cualquier otro libro sin pena ni gloria”.

 

El apoyo de la Universidad

 

Desde los años en que estudiaba el pregrado en nuestra institución, el doctor Pedro Canales siempre se dedicó a los temas de historia indígena y más puntualmente a la historia mapuche. En gran medida porque existe un vínculo familiar, explica. De hecho, el libro "lo dedico a mi familia chilena y a mi familia mapuche, y así lo digo, porque en el fondo esa es la identidad de mis raíces". 

"A partir de mis temas de identidad familiar, siempre fui trabajando la temática de la historia mapuche y dentro de eso, siempre con una preocupación por los debates acerca de la interculturalidad", sostiene. 

Lleva aproximadamente 20 años trabajando desde esa línea con las comunidades y dirigencias también. "Creo que lo que he tratado de hacer modestamente es dar la voz a los que muchas veces se les niega la posibilidad de participar en algún foro o propuesta de corte más nacional por ejemplo", confiesa. 

En ese sentido, dice que reitera su agradecimiento a la U. de Santiago, tal como lo hizo durante el lanzamiento. "Gracias a ella y a la Vicerrectoría de Investigación, nosotros pudimos elaborar el libro, ya que además recibimos el financiamiento. Eso habla que la Universidad se preocupa de los temas que van más allá de las aulas, sino que del mundo social, las minorías, pueblos indígenas y diversidad", expresa Canales.

"Nos demuestra también que la Universidad no solo se interesa por las ciencias duras, sino que igual por las humanidades. Entonces el rol de esta institución en este proyecto ha sido crucial y en el transcurso de estos días post lanzamiento, hay muchos colegas de otras universidades que así lo han visto y así lo han manifestado", recalca.

"Creo que la U. de Santiago ha tomado un posicionamiento gravitante respecto de los temas indígenas en torno a este libro. Sin duda que eso a nosotros nos alegra y nos motiva a seguir trabajando" destaca.

Pasantía científica para escolares

Pasantía científica para escolares

Con la llegada de las delegaciones de los colegios Monte Tabor y Nazaret de Lo Barnechea, y del Liceo Polivalente José Manuel Balmaceda de Independencia, se dio inicio a un ciclo de pasantías científicas en el Departamento de Matemática de la Universidad de Santiago de Chile. 

Se trata de una actividad en el marco de PAR Explora RM Norte, programa que comenzó en 2013 y de acuerdo al equipo, hasta ahora ha logrado su propósito de crear redes con la comunidad escolar, además de la vinculación con las universidades, centros de investigación y distintas entidades de educación y divulgación de la ciencia. 

Alejandra Bernal, asesora científica del proyecto, señala que las pasantías consisten en una instancia donde alumnos desde 5to básico a 3ero medio participan en conjunto con un asesor, quien puede ser del área científica como las Ciencias Naturales, Ciencias Sociales o Tecnología. La idea es la vinculación escolar.

“El asesor tiene el rol de guiar a los alumnos en una investigación, la cual repercute o finaliza con ellos participando en el Congreso Regional Estudiantil que es en septiembre”, indica la representante de Explora en la actividad. “Nosotros buscamos asesores de distintas áreas en la Facultad de Matemáticas. En este caso, uno de los Departamentos que participó fue el de este Plantel”, agrega.

Según Bernal, este proyecto persigue “acercar la ciencia a los establecimientos educacionales, que los niños y niñas desarrollen un pensamiento crítico, científico, que sean capaces de participar en una investigación, y así seguir contribuyendo a la creación de una cultura científico-tecnológica”.

 

El trabajo

 

La encargada de asesorar al grupo será la doctora Claudia Vargas-Díaz, académica del Departamento de Matemática de nuestra institución y cuya área de investigación es la Didáctica de la Matemática.

En el primer encuentro, que reunió a siete estudiantes y dos profesores, la docente les dio a conocer los dos temas que propuso para desarrollar una investigación: ¿Por qué a algunas personas no les gusta la Matemática?, y ¿Por qué los niños y niñas tienen distintos resultados académicos en esta asignatura?

En ese aspecto, la académica explicó su labor como asesora: “Guiaré a los dos grupos para introducir nociones sobre la investigación en Didáctica de la Matemática y en el tema de Dimensión Afectiva y Matemática”.

“Dentro de los tiempos de Explora, intentaré dar lineamientos para que los profesores puedan trabajar con los alumnos y escribir su proyecto. Ya iniciamos con una sensibilización al tema y a la investigación, primero con los profesores y luego con ambos grupos escolares, además de presentarles el Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación donde trabajo”, indica. 

Vargas-Díaz agrega que colaborará “con ambos grupos supervisando sus avances en estas mini-investigaciones. Por ejemplo, estudiaremos los instrumentos adecuados a utilizar. Esto entre otras actividades aún por descubrir”.

Para la docente, en investigación siempre se realiza algún descubrimiento, ya que “aunque tengas todo previsto, nada es completamente exacto. Esto es lo más desafiante. Hemos planeado más reuniones y esperamos dar forma a la investigación. Sin duda, que conozcan y vivan la experiencia de investigar será lo primordial y se alinea con los objetivos de Explora. Ya se llevaron algunas tareas”.

“Además es un trabajo donde se evidencia que la ciencia también es ‘cosa de mujeres’. Poco a poco, las mujeres van descubriendo su potencial científico y tienen el deseo de investigar. Así como lo hemos hecho muchas investigadoras en Chile y en el mundo”, afirma la académica. 

De acuerdo a su experiencia, “serán interesantes los hallazgos que podamos realizar en conjunto con los niños, jóvenes y sus profesores, tanto en la motivación y gusto por la matemática, como en el ámbito de las brechas de género. En consecuencia, es importante para el departamento que se muestre una de sus áreas de investigación, la educación matemática, en el escenario escolar”.

 

Acercar las ciencias

 

Según Vargas-Díaz, la vinculación con los escolares y la sociedad a través de la investigación y la cultura, es fundamental para la Universidad de Santiago. “Esto es algo que me motiva a trabajar desde la Universidad hacia la comunidad. Ha sido parte de mi quehacer tanto en la prensa local en España y Chile y en distintos escenarios desde la Universidad. La investigación como parte de la vida cotidiana”, sostiene.

“La ciencia social, Didáctica de la Matemática, nos enseña que debemos estar atentos a las emociones que genera la matemática en las personas. También a las actitudes y las creencias que se tienen hacia y sobre el área, y respecto a la relación de cada individuo con la matemática”, enfatiza la doctora.

Bajo este punto de vista, asegura tener la convicción de que se puede acercar la matemática no sólo a los jóvenes, también a los adultos, familias y niños. “Es posible mostrar que ésta no es un privilegio solamente de algunos como yo que soy matemática y que es posible aprender a resolver problemas y contribuir de manera creativa a eliminar la visión sesgada de que la matemática es “fome” o solamente son fórmulas y ecuaciones”.

“Si seguimos enseñando que algunas mentes privilegiadas son las únicas que pueden disfrutarla, estaremos contribuyendo a la aversión y a la formación de creencias erróneas. Dentro de estas creencias, está aquella en la que se atribuye a los hombres cierta superioridad a las mujeres en la materia”, sentencia.

Universidad iza banderas de pueblos originarios

Universidad iza banderas de pueblos originarios

Con la llegada del solsticio de invierno en el hemisferio sur, los pueblos originarios de Chile celebran el inicio de un nuevo ciclo natural o Año Nuevo. Para los mapuche es el We Tripantu; los aymara lo llaman Machaq Mara y en rapa nui es el Aringa Ora o koro.

De hecho, para visibilizar las manifestaciones culturales de los distintos pueblos que conviven en nuestro país, en el año 1998 el Estado decretó el 24 de junio como Día Nacional de los Pueblos Indígenas. Con esto se busca avanzar en el respeto y valoración de las distintas etnias.

Dentro de este contexto, la comunidad de la Universidad de Santiago de Chile se reunió para celebrar este hecho e izar por segundo año consecutivo las banderas de los pueblos aymara, rapanui, selknam y mapuche.

En la ceremonia se destacó el sello de integración de nuestra casa de estudios como parte de la línea del espíritu de responsabilidad social, inclusión y pluralismo. En esa línea se recordó el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que establece que las entidades públicas deben adecuar su institucionalidad en ese aspecto. 

 

Estigmas

 

La académica del Departamento de Educación, Dra. Elisa Loncon, es reconocida por ser una de las principales promotoras de la interculturalidad en la Universidad de Santiago. “Hoy recibimos el nuevo ciclo y reiniciamos la vida y la fertilidad de la naturaleza. Reiniciamos también el nuevo ciclo para el cuerpo porque también nuestro cuerpo tiene el mismo ciclo de la naturaleza entonces hay que cuidarse más ahora porque el cuerpo se está renovando”, explicó.

Por otro lado, la Dra. Loncon se refirió al estigma social con el que deben luchar los pueblos originarios, sobre todo los mapuche. “El estigma dice que somos violentos y que no queremos la paz, pero los pueblos indígenas amamos la paz”, aseguró.

Para la académica, esto responde a un sistema de injusta represión. “No puede ser que la represión caiga y ataque a nuestros niños en Temucuicui, Lautaro y Arauco. Nuestros niños están siendo violentados por un sistema de represión”, cuestionó la docente oriunda de Traiguén, región de La Araucanía.

“Necesitamos avanzar en el reconocimiento de las naciones originarias con derechos políticos. Como naciones tenemos derechos que se tienen que reconocer. La Constitución tiene que reconocer la diversidad cultural, la diversidad de los pueblos originarios para que se dejen de atentar contra nuestra niñez y nuestros jóvenes también”, alertó.

“Nosotros no amamos el conflicto. Amamos la naturaleza, amamos la vida en paz, amamos la relación con nuestros lamngen (hermanos), con nuestros padres, nuestros antepasados y con los que ya partieron, pero tenemos que luchar contra esos estigmas y la Universidad es la instancia para ello, porque ésta construye realidad a través de la investigación y el conocimiento”, destacó Dra. Loncon.

Agregó que la casa de estudios “tiene que abrir las puertas a estos saberes y demandas, a esta visión de mundo que tienen los pueblos originarios de entender los espacios relacionados con la naturaleza, entender el tiempo cíclico. Hay una serie de elementos que derivan de eso como la medicina, la alimentación, la manera de construir, etc.”.

Junto con ello, la académica lamentó el que las lenguas originarias se estén perdiendo ante la escasez de espacios públicos para ellas. A juicio de la doctora, esto obedece a “una falta de sensibilidad”.

No obstante, Loncon destacó iniciativas en la Universidad de Santiago como el Programa de Doctorado en Ciencias de la Educación con mención en Interculturalidad de la Facultad de Humanidades. Aseguró que éste “ha estado formando profesionales en la línea de la educación intercultural, lo que es muy valioso”.

 

El trabajo continúa

 

Cristián Retamal Huenten, estudiante de Administración Pública, es uno de los integrantes del colectivo Mapusach y además es vocal de Interculturalidad de la Feusach. Para el dirigente es “un gran orgullo y un logro el que las autoridades autorizaran izar las banderas. No podemos sentirnos más orgullosos del trabajo que hemos hecho junto a Mapusach”.

Adicionalmente, el estudiante destacó el apoyo que han recibido del Programa de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) y el que han encontrado ahora en la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante, donde según Retamal, “nos abrieron las puertas para que nuestros talleres de mapudungún o de historia estén dentro de la universidad”.

“Yo no esperaba que fuera así, pensé que iba a ser más difícil por burocracia, pero cuando llegamos, nos dijeron que sí y fue muy bueno porque tenemos los espacios dentro de la Universidad y los vamos a aprovechar de todas maneras”, afirmó.

Como meta para este año, el dirigente indicó que, además de dejar las bases para los talleres, se fijaron realizar un catastro formal para conocer cuántos estudiantes de pueblos originarios asisten a la Universidad de Santiago.

Al finalizar la ceremonia en el frontis de la Casa de Estudios, tanto organizadores como asistentes se dirigieron hasta la Casa Central, lugar donde flameaba la bandera mapuche. Posteriormente se efectuó una recepción en dependencias del Departamento de Educación.

“Hoy las mujeres vivimos el fútbol con la misma pasión que los hombres”

“Hoy las mujeres vivimos el fútbol con la misma pasión que los hombres”

Desde su más profunda infancia, Belén Ormeño Reyes se sintió atraída por el fútbol y así como los grandes deportistas, su historia tiene mucho de esfuerzo y también de sacrificio. Hija de un conductor del Transantiago y una asesora del hogar, la joven de 20 años, oriunda de la comuna de La Granja, ha logrado alcanzar altas metas pese a las esquivas oportunidades.

Cuando apenas tenía 9 años, su padre vio talento, le tomó la mano y la llevó a probar suerte al ex estadio Audax Italiano –actualmente Estadio Bicentenario de La Florida-. A partir de ese momento no ha parado de jugar y entrenar. “Desde pequeña me gustó el fútbol. En mi familia son todos muy futboleros, tanto por parte de papá como de mamá. Todos me llevaban a jugar”, recuerda Belén.

Sin embargo, la estudiante de Pedagogía en Educación Física reconoce que “al principio a mi mamá no le gustó mucho la idea, pero una vez que vio que tenía las aptitudes y que me iba bien, comenzó a llevarme a entrenar. Iba a todos lados conmigo hasta que cumplí una edad donde ya podía andar sola”.

A los 14 años ingresó al club de Santiago Morning, donde se mantuvo hasta cumplir 19. En el 2015 fue parte de la selección chilena Sub 20, equipo con el que compitió en el campeonato sudamericano en Brasil. En el mismo año entró a la Universidad de Santiago y, como era de esperar, también a la selección del plantel.

Este 2017 Belén se cambió de club a Audax Italiano y obtuvo la Beca Santander de Movilidad Internacional, teniendo la posibilidad de hacer un semestre académico en el extranjero.

 

Estudios versus deporte

 

Así como cualquier deporte, el fútbol requiere disciplina y constancia. Compatibilizar esto con los estudios ha sido difícil, asume la usachina, quien entrena los lunes y miércoles por la selección universitaria; martes y jueves por Audax; los viernes juega por nuestro plantel y un día del fin de semana debe disputar partidos por su club.

Pero Ormeño destaca la exigencia y formación que ha tenido desde niña. “Conozco ambos ritmos desde chica, por lo que no me ha costado tanto. Igual fui a un colegio que era exigente (Liceo 1 Javiera Carrera). Desde ahí aprendí a compatibilizar mis tiempos de entrenamientos, juegos y estudio”, reflexiona.

En ese sentido, asegura que le va bien en el ámbito académico y que hasta ahora sigue invicta. Su meta es alcanzar el título en Pedagogía y luego llegar a ser entrenadora de fútbol. “Me gustaría enfocarme en el fútbol. Trabajar como profesora y poder pagarme la carrera de entrenadora, obviamente compatibilizando todo con mis entrenamientos”, ríe.

Si bien a la Universidad de Santiago ingresó vía PSU y fue beneficiada con la Beca Bicentenario, pronto obtuvo la Beca Deportiva de nuestra Casa de Estudios y la Beca Santander, que le permitirá realizar un semestre de su carrera en España. 

La joven tiene claro que el fútbol no le dará para vivir, y por lo mismo, compatibilizarlo con su carrera universitaria es fundamental. De hecho, gracias a sus logros y rendimiento cuenta con el beneficio de la U. de Santiago. “Estoy agradecida de la beca que me entregó la Universidad, porque me cubre la diferencia que me queda de la Bicentenario, lo que es un alivio para el bolsillo de mis papás, que han tenido que trabajar más por mi hermano (de 15 años) y por mí”, destaca.

 

El fútbol y las mujeres

 

Para Belén, el fútbol femenino está cada vez más inserto en el país. “Independiente del género, hoy las mujeres vivimos el fútbol con la misma pasión que los hombres”, sostiene, y asegura que “afortunadamente hay bastante apertura ahora con el hecho de que las mujeres jueguen”.

“Nunca me han tachado de algo que no soy, aunque tampoco me importa mucho lo que diga la gente porque yo sé el sacrificio que hago y lo que he logrado, por lo que no me influiría si escuchara comentarios machistas”, agrega la joven futbolista de la selección de nuestro plantel. Incluso recuerda que sus compañeros y vecinos la llamaban para jugar. “Nunca sufrí un rechazo o algún sobrenombre. Mis compañeros además son súper motivados y nos van a ver”, afirma.

Eso sí, reconoce la poca equidad que existe entre las selecciones de hombres y mujeres. “En Chile el fútbol femenino no es pagado. Se supone que es profesional, pero se trata como futbol juvenil. Por ejemplo, si yo quisiera cambiarme de club, tengo que pagarle a éste para el traslado, siendo que ni siquiera recibo un sueldo, o plata para la micro. En el país dedicarse al fútbol femenino es casi por amor al arte”, sentencia.

“Creo que hay muy pocos hombres capaces de hacer lo que hace una mujer, como estudiar, trabajar, criar hijos y además dedicarse al deporte. Creo que es muy injusta la desigualdad en los beneficios entre hombres y mujeres”, critica la deportista.

Sobre la selección usachina, Belén sostiene que “el equipo está viviendo un proceso bueno para llegar a obtener triunfos nuevamente, pero creo que aún no es suficiente el tiempo para lograr un proceso que demora años. Este equipo actual debió comenzar de cero y eso es complicado, pero el entrenador ha sabido trabajar con la materia prima que tiene”.

 

Los sacrificios

 

Con una vida como la que lleva Belén, resulta complicado sumar más compromisos. Aun así se hace el tiempo para salir con sus amigos y compartir con su familia en sus ratos libres. “Mi vida es complicada porque he tenido que sacrificar cosas personales como fiestas familiares y cumpleaños por entrenamientos, partidos o viajes. En todo caso la mayoría de las personas a mi alrededor entienden eso y no creen que no me importa”, agrega.

“He perdido amigos por esto mismo, porque se molestaban si no iba a un cumpleaños un fin de semana. Para las personas en general, estas son cosas importantes, pero para mí ahora lo importante es mi carrera”, añade la joven. Y si bien se define como disciplinada, responsable y comprometida, Belén explica que entre campeonato de la ANFP hay un mes libre, y ahí aprovecha de salir a “carretear”.

Asegura que sólo ha pololeado una vez y fue con un joven futbolista. En esta relación también era complicado el tema del tiempo, lo que originó varias discusiones. “Al final si alguien va a estar contigo, debe entender y compartir tus pasiones”, enfatiza.

No obstante, para Belén el apoyo de sus papás es el más importante. “Ellos me apoyan en todo. Trabajan por mí y mi hermano para que nosotros logremos nuestros sueños. Siempre nos inculcaron a hacer lo que nos hace felices y cuando uno hace eso, las puertas se abren”, afirma.

Por lo anterior, les agradece el respaldo y haberla integrado desde niña al mundo deportivo. “El deporte inculca muchos valores y creo que eso le falta a los niños y jóvenes de hoy, que se rinden fácil cuando no le salen las cosas. El deporte te enseña a tener tolerancia a la frustración, respeto, compañerismo, apela a la solidaridad y no tanto al individualismo”, puntualiza la joven que defiende el número 10 de nuestra selección.

Destacan avances en equidad de género del Plantel en área de las matemáticas

Destacan avances en equidad de género del Plantel en área de las matemáticas

Acercar las Ciencias y las Matemáticas a las estudiantes secundarias de establecimientos de escasos recursos y motivarlas a seguir una carrera científica, fue el objetivo del congreso organizado por alumnos de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad de Chile.  

En la jornada participaron exponentes nacionales de estas áreas, quienes dieron a conocer lo que significa desenvolverse en un ambiente dominado por los hombres. Entre ellas estaba la directora del Centro Felix Klein de la U. de Santiago, la doctora en Didáctica de las Matemáticas, Lorena Espinoza.

Con una vasta trayectoria en el ámbito de los números, la académica recordó que al ingresar a nuestro plantel, había sólo un 10% de mujeres en Pedagogía en Matemáticas, “y a la primera carrera que le hice clases ahí fue Ingeniería, donde estimo que era un 5%”.

“Me he tenido que mover en un ambiente académico en el que muchas veces soy la única mujer, pero en el fondo he podido estar en este lugar porque he creído que puedo ser un aporte. La formación, el esfuerzo y también la suerte hace que se te abran las posibilidades”, sostiene Espinoza y profundiza: “Creo que el 90% va en el esfuerzo y yo he sido una mujer de mucho trabajo”.

La doctora es hija de profesores –un químico y una bióloga-, por lo que ya desde la casa tenía mucha estimulación. “Mi padre es un académico y yo me orienté por ahí. Vi mis metas, me vi proyectada en eso y creo que he trabajado mucho para conseguirlo en un mundo muy masculino”, remarca. 

En ese aspecto, Espinoza reflexiona y asegura que “no podría decir que me he sentido discriminada. Me han escuchado y me ha escuchado gente que ha tenido altos cargos en el país. Eso sí, puedo decir que los ambientes de toma de decisiones importantes son muy masculinos, pero he podido hacerme escuchar y poner una voz con vehemencia”.

“No me he sentido necesariamente discriminada, pero he tenido que hacer un doble esfuerzo”, reitera. Por ese lado, destaca que la Universidad de Santiago está avanzando en la equidad de género: “Por ejemplo, ahora con mucho orgullo y también con mucho gusto, voy viendo que las carreras de Pedagogía en Matemáticas, donde usualmente predomina el género masculino, hoy tenemos un 50 y 50. Además tenemos a una mujer como vicerrectora académica y a una prorrectora, por lo tanto, veo que se están haciendo cambios importantes en esta perspectiva cultural”.

 

Escuela, género y matemáticas

 

En su presentación, la doctora se enfocó en relatar sus inicios en las Matemáticas, mostrando una investigación a propósito de la enseñanza de esta asignatura en los establecimientos. “La escuela no nos hace fácil la tarea. La escuela reproduce bastante de los patrones y de los modelos tradicionales en que el interés se va inhibiendo al igual que las ganas de estudiar e incluso las propias potencialidades”, explica.

“Frente a este fenómeno, me cuestioné si esto podía cambiar y fue ahí cuando decidí que a nivel de doctorado me quería preocupar de este problema transversal de enseñanza, pero particularmente en el ámbito de las Matemáticas”,

Fue así como, según Espinoza, llega a Francia a realizar sus estudios, tras lo cual el Ministerio de Educación le solicita un trabajo para ayudar al sistema educativo a mejorar la enseñanza de las Matemáticas –entre 2002 y 2008-.

“En ese periodo lideramos una estrategia nacional con una propuesta y un modo de enseñar de una manera distinta. Mientras desarrollamos esa estrategia, fui recogiendo evidencia que me permitió hacer la investigación y cuando ésta concluía, nos muestra que la escuela, muy lejos de ser su propósito e intención, lamentablemente inhibe las potencialidades de los estudiantes”, afirma.

La doctora recuerda que le informó esto a la ministra de Educación de ese periodo, “y se generó mucha expectativa, mucho interés, porque una cosa es que a mí personalmente me vaya mal en las matemáticas, y otra es descubrir que en ese problema hay un factor institucional transversal en el que está todo el sistema educativo comprometido. De ahí surge el centro Felix Klein”.

“Con el centro hemos estado, desde hace muchos años, intentando transferir hacia el sistema, hacia las escuelas, hacia los profesores y hacia los estudiantes, que la enseñanza de las matemáticas puede ser distinta y que todos los niños pueden aprender y ser grandes matemáticos. Esa es la misión del centro”, enfatiza la académica.

Sin embargo, desde la perspectiva de género, Espinoza sentencia que este fenómeno resulta ser mucho más potente en las mujeres que en los hombres. Esto de acuerdo al Estudio Internacional de Tendencias en Matemática y Ciencias (TIMSS) efectuado en 2015. Dentro del apartado sobre la equidad, se midió la brecha en Chile entre hombres y mujeres de 4° y 8° básico en ambas materias. Si bien en cuarto básico no existen diferencias de rendimiento, en octavo la brecha se dispara y las mujeres obtienen, en promedio, 18 puntos menos en Matemática y 12 puntos menos en Ciencias que los hombres.

“Somos el país que tiene la brecha más grande de los países de la OCDE. Con una estrategia de enseñanza basada en el método Singapur, hemos visto que la pudimos acortar, pero sigue siendo importante y según nuestras investigaciones, ocurre dentro de las salas de clases de una manera muy inconsciente e implícita”, precisa Espinoza.

Para la doctora el problema no es que existan diferencias entre hombres y mujeres, sino que “no tenemos la suficiente consciencia de cómo ese fenómeno, en vez de potenciar las diferencias, está discriminando y apagando talentos o capacidades”.

Primer Congreso de Felicidad Laboral

Primer Congreso de Felicidad Laboral

El Primer Congreso de Felicidad Laboral se gestó a partir de un trabajo en las aulas de Ingeniería de Ejecución en Electricidad de la Universidad de Santiago. “Nos enteramos de que Carlos Mancilla, fundador de Social Growing, quería hacer esta actividad y quisimos participar ayudando en la organización, en conseguir el lugar y difundir el evento”, señaló Jorge Cortés, estudiante de la Carrera.

 

“Socialmente se cree que cualquier rama de la Ingeniería o la Ciencia es para gente cuadrada, por lo que la idea de este Congreso es también cambiar esa manera de pensar, ese paradigma. A nosotros nos importa la felicidad en el trabajo por el mundo laboral al que nos enfrentaremos. Queremos difundir esto a las grandes empresas”, explicó.

 

Cortés sostuvo que esperan que con el congreso se abra una puerta en esa línea al interior de la U. de Santiago y que se incluya en el programa de estudios de la Carrera. “Ojalá estudiar Ingeniería no sea sólo saber matemática o física, sino que también cómo podemos desenvolvernos en una empresa y que del mismo modo éstas sepan cómo tratar a sus trabajadores para que se sientan realizados y bien con lo que hacen”, precisó.

 

La instancia se realizó el martes 6 y miércoles 7 de junio, y en ella se abordó el panorama actual de las empresas, cuyo objetivo principal es maximizar sus ganancias, dejando de lado el bienestar de sus empleados. Bajo esa premisa, aparece la importancia del placer en el trabajo, de la colaboración, y de los líderes para aumentar la felicidad, de acuerdo al modelo del ingeniero civil industrial, Carlos Mancilla.

 

En ese contexto funda Social Growing, la “primera empresa cuántica de la nueva era, que busca redefinir los paradigmas actuales de las relaciones para evolucionar la consciencia y establecer un sistema basado en la cooperación y la felicidad”.

 

Con el objetivo de cambiar el modelo de producir, Mancilla renunció a su trabajo en una multinacional y desde entonces se ha dedicado a su empresa de bienestar y felicidad. A partir de ello ha generado diversas inversiones, como la marca de papel higiénico “Incoludido” y el concepto de economía cuántica.

 

“Ésta se refiere a que pasas de una economía financiera a una economía energética. Aquí buscamos maximizar la energía de la empresa y esta energía está relacionada con la energía humana también”, explica Mancilla. “La teoría actual de los negocios está incompleta. Nos está llevando al suicidio. Y lo que hice yo con este trabajo fue analizar cómo funciona hoy el sistema empresarial en base a mi experiencia en las multinacionales y generar un nuevo modelo que no sólo alcance estabilidad sino que también la felicidad”, agregó.

 

“Partí solo en esto en el living de mi casa. Era un sueño grande e importante, y más adelante se fue sumando gente. Hoy ya somos muchos y producto de esta empresa nace ‘Incoludido’”, comenta y sostiene que este modelo se financia a través de personas conscientes. “Nosotros queremos reorientar la economía. En este sistema buscamos que cada persona se desarrolle en su máximo nivel porque eso que va a generar, nos beneficiará a todos”, remató.

 

La forma de hacer marketing también es distinta, pues persigue la idea de que la publicidad deje algo profundo en el público. Así, a través de intervenciones urbanas, cómics y stickers, buscan marcar una diferencia con el dinero que hoy gastan las grandes empresas “sólo parar generar más basura. Los cientos de millones de pesos pueden ser usados para becas o generar espacios para los niños. Nosotros hacemos marketing con 7 lucas, pero hay un impacto profundo para las personas que reciben nuestro mensaje.

 

“Hoy día tenemos una sociedad invertida, donde tú estás separado del resto y te dicen que sólo debes preocuparte de ti mismo para que veas maximizado tu propio beneficio, pero el valor agregado de los negocios es el potencial humano. En una empresa que es feliz, hay mayor potencial y credibilidad. Para nosotros lo importante es que la empresa sea feliz y a partir de eso nos aseguramos que el sistema sea sustentable”, sentenció.

 

El sistema actual del país, según Mancilla, antepone la estabilidad económica en vez de los sueños, pero a Social Growing, que se define como una empresa 2.0, le importa la energía. “Nosotros maximizamos la felicidad, incentivamos la colaboración para reducir el ego, los proyectos tienen que ver con el bien común y el modelo que tenemos es de repartición cooperativa, es decir, que todos reciben”, agregó.

 

Mancilla destacó que para su empresa es importante el desarrollo de la consciencia, la estimulación del aprendizaje y la diversión. “De hecho, nuestra oficina está llena de juegos. Invertimos gran parte del tiempo divirtiéndonos porque es ahí en el ocio donde se te ocurren las mejores ideas”, enfatizó.

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