Doctor en Estadísticas y académico Usach, Felipe Elorrieta: “Al parecer no fue tan buena idea eliminar el uso de la mascarilla, sobre todo en el transporte público”
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La acreditación en salud es un proceso de evaluación al cual se someten los diversos centros asistenciales, permitiendo fijar el cumplimiento de estándares de calidad relacionados con la atención a las y los usuarios. A pesar de su importancia, es de carácter voluntaria para los más de 2 mil establecimientos de atención primaria de salud que existen en Chile.
Ante esto, un equipo de seis investigadores/as, encabezado por Juan Coss, Jairo Vanegas y Alejandra Rojas, docentes de la Escuela de Obstetricia y Puericultura, publicó un estudio en la International Journal of Environmental Research and Public Health, una prestigiosa revista científica suiza perteneciente al Instituto Multidisciplinario de Publicaciones Digitales del mismo país (MDPI en inglés).
Dicha investigación indagó en el proceso de acreditación de los 33 Centros de Salud Familiar (Cesfam) evaluados de forma positiva hasta 2019, los cuales representan sólo el cinco por ciento de un total de 593 recintos.
El trabajo caracterizó a las 17 comunas que poseen centros acreditados en calidad -ubicadas en su mayoría en la zona centro sur del país-en relación con 18 variables socioeconómicas, demográficas y de gestión clínica, de recursos humanos y financiera.
El objetivo fue aportar con nuevos antecedentes que pudiesen influir en los resultados favorables de dichos establecimientos.
Esta publicación científica corresponde a una primera fase, de carácter cuantitativa, de un proyecto Dicyt que contempla otros dos artículos que se darán a conocer en el futuro, además de la elaboración de un libro que relatará la historia de este proceso indagatorio y la realización de seminarios al respecto.
Los resultados
El estudio dio cuenta de un comportamiento dispar de las comunas con centros acreditados frente a las variables utilizadas. Según explicó Juan Coss, investigador jefe del proyecto, no fue posible determinar si en la acreditación influía de manera determinante una variable u otra, en especial las de carácter financiero. “Lo que sí identificamos es que las comunas (con Cesfa acreditados) se agrupan en virtud de ciertos elementos”, tales como la cantidad de usuarios inscritos en los centros versus la población total de las comunas, niveles de pobreza e ingresos municipales.
El artículo destacó que municipios con altos índices de pobreza y bajos niveles de financiamiento lograron acreditar a sus Cesfam. Además, señaló que de siete elementos relacionados con gestión de recursos humanos, cinco de aquellos contribuyen de manera importante al logro del proceso, agregando que lo anterior “se podría explicar por la incorporación de una cultura de calidad en los funcionarios que integran los centros de salud”.
“Hemos visto luces de que aquello marca la diferencia, aunque se debe comprobar dicha hipótesis. Hay diferencias en el estilo de liderazgo y de trabajo en equipo que sí puede ser un factor común que se ha traducido en el éxito de los procesos de acreditación”, aseveró la investigadora Alejandra Rojas.
Camino trazado
Para Juan Coss, los centros de salud familiar que han logrado acreditarse en calidad “son pioneros y lo han hecho sólo por compromiso hacia la población. Por eso, lo que estamos haciendo es contribuir con herramientas y elementos técnicos que les puedan ayudar a sobrellevar un mejor proceso”.
Por su parte, el académico Jairo Vanegas destacó la importancia de fomentar la acreditación en calidad en la atención primaria de salud. “En ese sentido, la participación comunitaria también lo es, para que así las estrategias de prevención tengan algún resultado importante y disminuyan la carga de la atención terciaria, que implica más recursos y mayor cantidad de personal especializado”.
La siguiente fase del estudio consiste en un análisis cualitativo, que consta de entrevistas en terreno a los equipos de salud de los centros asistenciales acreditados, algunas de las cuales ya se han llevado a cabo. “Podremos evaluar aspectos como el liderazgo y habilidades más transversales”, concluyó Rojas.
Puedes revisar la publicación ingresando a este enlace.
El virólogo Marcelo Cortez se refirió a la reaparición de varios casos de poliomielitis en Estados Unidos. “No es para alarmarse, pero sí para preocuparse”, afirmó.
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La Universidad de Santiago de Chile inauguró este miércoles las obras de modernización del Centro de Simulación Clínica perteneciente a la Facultad de Ciencias Médicas, ubicado en Amengual 50, comuna de Estación Central.
La obra contempla 102 metros cuadrados de nueva infraestructura, divididos en un comedor para estudiantes, una bodega climatizada, y un pasillo exterior.
Además, se habilitaron nuevos recintos en un área de 169 metros cuadrados del edificio existente, donde se ejecutaron seis nuevas salas de habilidades; una Sala de Alta Fidelidad, una Sala de Debriefing-Computación y una Sala de Control.
Asimismo, se ejecutaron dos nuevas rampas con barandas para accesibilidad universal.
Lugar de privilegio
“Estos espacios posibilitarán el desarrollo del quehacer tanto académico, de investigación y clínico, lo que nos sitúa en un lugar de privilegio en este ámbito, y que también beneficia directamente a las y los futuros profesionales de la salud”, señaló el rector, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid.
Agregó que, de esta manera, la Facultad “concreta su misión de formar a profesionales de primer nivel mediante mallas curriculares afines a las necesidades de la población”.
“Hemos avanzado de ser aquella Facultad con tres escuelas: Medicina, Enfermería y Obstetricia y Puericultura a tener escuelas de Ciencias de la Actividad Física, Kinesiología y Terapia Ocupacional. Como Facultad nos hemos ido consolidando en lo que significan las ciencias de la salud”, puntualizó el decano de la Unidad Mayor, Dr. Humberto Guajardo Sáinz.
La autoridad agradeció al equipo de Construcciones, quienes “tuvieron mucha paciencia con todo lo que solicitamos para este Centro de Simulación, que creo, es uno de los mejores del país”.
En tanto, el director del Centro, doctor Ricardo Peña González, indicó que con la ampliación que se realizó “podemos dar respuesta a los requerimientos que nos hacen carreras de Enfermería, Obstetricia y Puericultura, y Medicina, para apoyar adecuadamente a las/os estudiantes en sus procesos de aprendizaje y, sobre todo, en el aprendizaje de competencias”.
De acuerdo al Dr. Peña, el objetivo de este Centro es “preparar a las/os estudiantes de las Escuelas de la Salud, para tener un adiestramiento, el que les va a servir para aplicarlos con las/os pacientes”.
A la ceremonia de inauguración también asistieron autoridades del Gobierno Central, como la vicerrectora de Investigación, Desarrollo e Innovación, Dra. María José Galotto López; el vicerrector de Postgrado, Dr. Claudio Urrea Oñate; el vicerrector de Apoyo al Estudiante, Dr. Bernardo Morales Muñoz; el decano de la Facultad de Derecho, Jorge Bustos Maldonado y la decana de la Facultad de Química y Biología, Dra. Leonora Mendoza Espínola.
Revisa el registro audiovisual de la actividad:
El 28 de febrero, la Universidad de Santiago de Chile sumó 2.582 nuevas pólizas de los seguros laborales COVID individuales para funcionarias/os administrativas/os, académicas/os y docentes, que sumadas a las 1.838 contratadas en etapas anteriores, alcanzan a más de cuatro mil personas beneficiadas.
El convenio se encuentra alineado con las políticas de prevención y protección que ha implementado nuestro Plantel, con el fin de resguardar a nuestra comunidad ante posibles contagios o fallecimientos por causa asociadas al SARS-CoV-2, tanto para aquellas personas que realizan sus actividades presencialmente como para quienes cumplen funciones en formato híbrido.
Sin embargo, la contratación de estas pólizas responde a una iniciativa de nuestra Casa de Estudios para apoyar a quienes trabajan en la Usach y brindarles más seguridad en este retorno, así como también plantearse como un modelo a seguir para otras instituciones.
Esto porque, si bien la adquisición del seguro se enmarca en la Ley 21.342 de Retorno Gradual y Seguro al Trabajo (también conocida como Ley COVID o Ley Protección COVID), publicada en junio de 2021 en el Diario Oficial, tal regulación se orienta al sector privado con contrato sujeto al Código del Trabajo y no a las organizaciones que se rigen por el Estatuto Administrativo.
“Asumimos una responsabilidad con nuestras académicas/os, investigadoras/es y administrativas/os comprendiendo que quienes enfrenten posibles contagios también requieren apoyo para superar las complicaciones que la enfermedad pueda ocasionar, tanto en temas de salud como en ayudas para solventar potenciales gastos médicos”, señala el Prorrector Torres, agregando que “nuestra Universidad se puso a la vanguardia de las organizaciones públicas adquiriendo este tipo de protección con altura de miras para seguir mejorando como institución estatal con altos estándares”.
Qué cubre y quiénes pueden tomar el seguro
La inscripción al Seguro COVID Usach se realizó por medio del equipo de Campus Seguro, que, tras recibir la información de las diversas unidades de la Universidad, enviaron la nómina de las/os beneficiadas/os con el seguro a la compañía Chubb. “No hay que llenar ningún formulario ni firmar nada, pero deben tener un plan de salud en FONASA o ISAPRE”, advierte Macarena Carrasco, jefa de la Unidad de Bienestar del Personal acotando que el número de personas aseguradas es de 4.420.
La cobertura del seguro se extiende por un año desde la fecha de contratación. En este periodo las/os beneficiarias/os tendrán cubiertos los gastos de hospitalización y rehabilitación derivados de un diagnóstico confirmado de Coronavirus producido dentro del período de vigencia de la póliza. Lo anterior se hará efectivo de acuerdo al prestador de salud al que se encuentra afiliada/o.
En el caso que el/la asegurada/o esté en el Fondo Nacional de Salud (FONASA) y pertenezca a los grupos B, C y D, el seguro indemnizará un monto equivalente al 100% del copago por los gastos de hospitalización y rehabilitación realizados exclusivamente en la Red Asistencial de Salud, es decir el conjunto de instituciones que forman parte del Servicio Público de Salud de Chile (Hospital Barros Luco, del Carmen, de La Florida, San José, El Pino, entre otros).
Al estar en un sistema privado de salud (Isapre), cubrirá el deducible que corresponde a la aplicación de la Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas (CAEC), en la red de prestadores.
En ambos casos, la jefa de Bienestar del Personal recomienda conocer los establecimientos en donde el seguro cobra vigencia. “La póliza sólo cubrirá los gastos derivados del tratamiento del COVID-19 afiliados a FONASA, si alguien se atiende fuera de la Red del Servicio Público, pierde la cobertura. Con los prestadores de salud privados, se debe revisar la Red de Prestadores para la Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas (CAEC) de su Isapre”, detalla.
En el caso que un/a asegurada/o fallezca diagnosticada/o con Coronavirus, se pagará un monto equivalente a 180 UF a la beneficiada o el beneficiado establecido por un orden de precedencia.
En ese sentido, la cobertura no está condicionada a la edad. Primero, el o la cónyuge o conviviente civil sobreviviente; en segundo lugar, hijas/os menores de edad, hijas/os mayores de edad hasta los 24 años, solteras/os, que sigan cursos regulares en enseñanza media, normal, técnica, especializada o superior, en instituciones del Estado o reconocidos por éste, y las/os hijas/os con discapacidad, cualquiera sea su edad, por partes iguales; tercero, hijas/os mayores de edad, quienes recibirán la misma cantidad de dinero; los padres serán compensados de la misma manera; y finalmente, a falta de todas las personas indicadas, la indemnización corresponderá por partes iguales a quienes acrediten la calidad de herederos.
El estado de cada póliza se puede consultar en https://covid.aach.cl/. Es posible que algunas personas aún no aparezcan como beneficiarias/os en esa plataforma, ya que la compañía aseguradora demora 25 días en chequear la información recibida e ingresar los datos al sistema, pero la jefa de la Unidad de Bienestar enfatizó que “por ser funcionarios/as administrativas/os, académicos/as y docentes de la Universidad de Santiago, tienen el beneficio del Seguro COVID Usach”.
Igualmente, la Unidad de Bienestar del Personal mantendrá este listado con las personas protegidas a fin de orientar y asesorar a quienes lo requieran o que tengan dudas del procedimiento y/o compatibilidad con otros seguros.
Para solicitar más información, puede escribir a macarena.carrasco@usach.cl
El estudio The successful COVID-19 vaccine rollout in Chile: Factors and challenges, desarrollado por los académicos del Programa Centro de Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas Usach, Claudio Castillo, Pablo Villalobos y Matilde Maddaleno, fue recientemente publicado por la revista internacional Vaccine: X.
La investigación abordó el exitoso despliegue de las vacunas en Chile y explora las posibles explicaciones del paradigma nacional en relación con el desarrollo de la vacunación contra el COVID-19.
Para el magíster en Políticas Públicas y profesor de la Facimed, Claudio Castillo, esta publicación llena de satisfacción y orgullo a sus autores al destacar este trabajo dentro de los estudios de exportación que nacen desde Chile para el resto de la comunidad científica para “además generar conocimiento nuevo y compartirlo también con nuestros estudiantes”.
En este mismo sentido, el académico Pablo Villalobos, ingeniero comercial y Doctor en Salud Pública por Harvard University, manifestó que siempre será relevante publicar en revistas que tienen una audiencia amplia y de impacto internacional.
“La experiencia de Chile era importante para la discusión en el contexto mundial, porque aparecemos como un caso particular e interesante de estudio. Poner estos temas en el debate y exponerlo al servicio de otros países se hizo fundamental”, aseguró.
El estudio
Nacido al interior del programa Centro de Salud Pública y del Magíster de Salud Pública de nuestra Universidad, el estudio explora los diferentes factores que generaron una alta y oportuna vacunación de la población ante la pandemia de COVID-19.
Para Matilde Maddaleno, médica pediatra, experta mundial en adolescencia y directora del Magíster de Salud Pública de nuestra Casa de Estudios, la estrategia en atención primaria ha sido fundamental en esta campaña masiva.
“Los equipos de salud a nivel local han logrado un hito histórico. En Chile existe una tradición de la atención primaria que desarrolla importantes funciones en los procesos de inmunización en general, pero que ha sido mucho más relevante en esta pandemia”, destacó.
La médica pediatra remarcó que la atención primaria es la institucionalidad en salud más cercana a las personas y está presente en todo el territorio nacional, lo que ha permitido llegar a las coberturas actuales.
“El personal de salud en Chile cuenta con las competencias, la logística y estrategia instalada, además de un gran compromiso para llevar a cabo las labores preventivas como lo ha sido este proceso de vacunación masiva que hemos repetido en tres y cuatro oportunidades, y de la cual, nuestro país, debe sentirse muy orgulloso”, precisó.
El investigador Pablo Villalobos, se refirió a la ampliación del debate que el estudio propone. “Hay un alto porcentaje de la población que está vacunada con dosis completa y su refuerzo, pero esto origina la discusión de qué es lo que está ocurriendo en otros países, pensando que Chile ya está comenzando con la cuarta dosis y la OMS ha indicado que hay varias zonas geográficas en donde el proceso aún si siquiera se inicia”, aseguró el experto.
Claudio Castillo agregó que el caso chileno ha sido muy interesante para la comunidad internacional, porque se han podido determinar ciertos elementos que han incidido en la rápida inoculación obteniendo altas coberturas a nivel mundial en términos de la vacunación contra el Covid-19.
“Se trata de razones de salud pública, de programas históricos que se han implementado, de la capacidad instalada en el nivel local, pero también de decisiones que tienen que ver a nivel de gobierno, la importancia de la Academia, y, por cierto, de cómo se incorporan también las variables de comportamiento de las personas y de conducta en la toma de decisiones de política pública”, enfatizó.
Este estudio pone a disposición de la comunidad internacional, de gobiernos y tomadores de decisiones, aspectos que pueden servir para la implementación de otras políticas sanitarias que consideren los factores que facilitan y limitan la ejecución de la misma.
“Es un ejemplo en términos de analizar aquellos aspectos que han permitido al país avanzar en el proceso de vacunación y que pueden servir para analizar respuestas frente a la pandemia en otros rincones del mundo incorporando estos factores”, concluyó Castillo.
Todas las semanas el Ministerio de Salud en su sitio oficial informa la situación sanitaria del país y la cantidad de personas contagiadas con COVID-19, analizando la gravedad de la enfermedad y también la protección atribuible a la vacunación en distintos grupos etarios.
El documento correspondiente a la semana epidemiológica (SE) 48, (hasta el 04 de diciembre del 2021), señala que a nivel nacional las personas inoculadas marcan una diferencia en los ingresos UCI. La tasa de ingreso a una unidad crítica es de 4,2 cada 100 mil habitantes sin protección contra el virus. Y en quienes tienen su esquema basal completo (dos vacunas) esta cifra desciende a 0,9, mientras en la población con el refuerzo, las personas que requieren una cama crítica son 0,2 por cada 100 mil habitantes.
En la tasa de mortalidad, la inoculación también muestra resultados positivos. De acuerdo con los registros oficiales, la incidencia en el grupo que se ha inoculado con la dosis de refuerzo hace más de 14 días es 0,4; mientras que con sólo dos dosis sube 0,8; y en el caso de los no vacunados o con protección incompleta, aumenta a 2,0.
Al comparar la SE 48 con la 46, se observa que de los casos ingresados a Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y fallecidos por COVID-19, el 56,2 % y 36,6 %, respectivamente, no contaban con protección completa.
Felipe Elorrieta, doctor en Estadística y profesor del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación, analiza estas cifras e indica que existe una tendencia a la baja en las últimas semanas en los niveles de protección (esquema completo y con tercera dosis), los “que siguen despegándose de la población no vacunada, pese la llegada de la variante delta”. Y en esa dirección “los datos que nos entrega el Minsal no dejan dudas acerca de la efectividad que han tenido las vacunas y la dosis de refuerzo”, sentenció.
El especialista se referirá a estas cifras y los resultados que evidencian, en el webinar Nuevas variantes COVID-19: cómo cuidarnos y retomar nuestra vida, que tendrá lugar este miércoles 15 de diciembre, a las 11:30 horas, y que será transmitido por el canal en Youtube de la Universidad de Santiago de Chile. Junto al Dr. Jairo Vanegas y la Mg. Blanca Troncoso abordarán las mejores medidas para enfrentar la evolución de la pandemia y del SARS-CoV-2, sin descuidar nuestras propias vidas.
Vacuna como requisito principal
Según un medio de circulación nacional, antes de renunciar a la Subsecretaría de Salud Pública, Paula Daza consultó al Programa Nacional de Inmunizaciones y al Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones (Cavei) de la cartera de salud, si era posible hacer obligatoria la vacunación contra el Covid-19 en ciertos grupos específicos. Esto se haría basado en el comportamiento del virus, la evolución de la pandemia, la información local y la experiencia internacional.
De acuerdo a datos del Departamento de Estadística e Información de Salud (DEIS), al 12 de diciembre se han administrado 42.211.798 dosis de vacuna contra el COVID-19, las que corresponden a 16.441.633 de primera dosis, 15.743.792 a segundas dosis, 573.339 a dosis única, 9.453.034 a dosis de refuerzo. Con respecto a la cobertura, el mismo sitio indica que en menores de 18 años alcanza a un 63,8% y un 91,5% corresponde a personas mayores de edad. Pese a los buenos resultados, la preocupación de las autoridades y de los expertos continúa siendo el grupo de los no inmunizados y los sin la tercera dosis, debido a la necesidad de mantener el buen nivel de inoculación para evitar la propagación del COVID-19.
Para Elorrieta, la solución no es forzar u obligar a la población, sino que “el camino es seguir fortaleciendo las medidas para incentivar la vacunación. Entonces, primero, se debe acercar la vacunación a las personas. Hay casos donde por motivos laborales, o de otra índole, no les resulta fácil ir a un centro de vacunación, en ese sentido se debe facilitar el acceso”. El especialista opina que en segundo lugar se promover incentivos para las personas que tienen el pase de movilidad, “diferenciar las cosas que una persona inmunizada puede hacer respecto a los que están no están inoculados”, puntualizó.
En esa línea, el gobierno ha implementado restricciones a quienes no cuenten con ninguna dosis. Por ejemplo, no pueden entrar a bares, restaurantes, estadios o cines sin el Pase de Movilidad. Además, desde este mes los mayores de 45 años deben contar con la tercera dosis para mantener activo el documento. Esta disposición oficial se replicará a partir del 1 de enero para los mayores de 18 años.
Igualmente continúa la adquisición de nuevas vacunas. La semana pasada, el ministro Paris informó que llegaron al país 785.070 nuevas dosis de Pfizer-BioNTech. Mismos días en que la jefa del Departamento de Epidemiología del Minsal, Alejandra Pizarro, informó sobre el protocolo para hacer frente a la nueva variante ómicron. El documento, basado en las recomendaciones de la OMS, indica ampliar la investigación epidemiológica, hacerla más exhaustiva y con una definición más sensible de contacto estrecho, ya que podría ser más transmisible que la variante delta, que actualmente domina en la pandemia.